Las hemorroides trombosadas son un tipo de hemorroides muy dolorosas.
Sabemos que las hemorroides son las almohadillas en las que se encuentran las venas del conducto anal, que pueden inflamarse cuando ejercemos presión extrema en esta zona.
En algunos casos cuando disminuye el flujo sanguíneo, las hemorroides pueden llenarse de sangre y, cuando se forma un coágulo de sangre dentro de la hemorroide, se puede hablar de hemorroide trombosada.
Las causas más comunes de la aparición de hemorroides trombosadas son:
Cuando se trata de hemorroides internas es más difícil saber si están trombosadas. Pero cuando son hemorroides externas, estas pueden notarse simplemente palpando. En función del grado en el que se encuentre, se notará un bulto más o menos grande.
Al realizar la autoexploración se nota que la consistencia de la hemorroide es dura, esto se debe a que presenta un coágulo de sangre.
Las hemorroides trombosadas no pueden ser introducidas nuevamente en el esfínter, debido al pequeño trombo.
En los casos más leves es posible utilizar remedios caseros para aliviar los síntomas, suyo objetivo es reducir la inflamación, eliminar el picor, o evitar el estreñimiento.
Los remedios caseros más útiles son:
Si la hemorroide trombosada provoca mucho dolor, o los síntomas se mantienen durante un largo período de tiempo es necesario acudir al médico para recibir el tratamiento adecuado.
En algunos casos el especialista recomendará la extirpación manera quirúrgica, y en otros se realizará un tratamiento diferente. Estas son algunas de las posibilidades.
Se trata de un procedimiento quirúrgico menor. Se coloca anestesia en la zona, y seguidamente se corta el coágulo de sangre.
En este tratamiento se inyecto una sustancia química en la hemorroide con el objetivo de endurecerla, impidiendo así la circulación de sangre. Se utiliza de forma más común para las hemorroides internas, ya que produce un alivio rápido.
En este tratamiento de las hemorroides trombosadas se utiliza un láser infrarrojo, con el que se quema la hemorroide. De esta manera se impide la circulación de la sangre en la almorrana. Esta técnica funciona para las hemorroides más pequeñas.
Utilizando nitrógeno líquido, se congela la hemorroide trombosada, y está acaba por desprenderse.
Mediante la colocación de una banda en la base de la hemorroide se corta la circulación sanguínea en la misma. Con el paso del tiempo la almorrana acaba cayéndose.
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