Por lo general, el término mastoidectomia difícilmente nos da una idea de su significado, y lo cierto es que su uso forma parte del argot médico. Entre otras razones porque además no se refiere a una enfermedad o condición médica, sino a un tratamiento que se aplica mediante una intervención quirúrgica.
Cuando un paciente escucha el término, por lo tanto, lo más común es que se pregunte qué es una mastoidectomia. De forma breve y sencilla, la definiremos como una cirugía cuyo objetivo es extirpar las celdillas mastoideas.
Éstas son los espacios huecos y llenos de aire situados en el cráneo, detrás del oído. Para entender mejor de qué se trata, es conveniente tener nociones de anatomía, concretamente saber que la mastoides es una prominente proyección redondeada del hueso temporal.
La apófisis mastoides o hueso mastoideo está localizado por detrás de la oreja. Su estructura la forman cavidades de diferente tamaño, que varían de número en cada persona y están llenas de aire. De ellas, la más grande es el antro, a través del cual la mastoides comunica con el aire de la caja del tímpano, permitiendo la resonancia.
Tipos de mastoidectomías
La mastoidectomías pueden ser de tipo simple o modificada. La mastoidectomía simple se realiza mediante una timpanoplastía o método cerrado, creando una amplia cavidad que comunique el antro y las celdillas mastoideas.
Como ejemplo de aplicación, la mastoidectomía simple está indicada en la mastoiditis, una infección bacteriana de la región que nos ocupa, que se extiende al hueso que circunda al oído medio. Su aparición suele ser consecuencia de una otitis media aguda que no se ha tratado o se ha tratado inadecuadamente.
Por su parte, la mastoidectomía modificada o radial, también denominada método abierto, implica una incisión amplia para la extirpación amplia de la mastoides y el contenido patológico del oído medio. El mastoides, antro y oído medio se exteriorizan, extirpándose el tímpano y la cadena osicular.
Ejemplos de práctica médica donde se utiliza la mastoidectomía
La mastoidectomía se utiliza para tratar, fundamentalmente, un colesteatoma, otitis medias que cursan con complicaciones, infecciones en el hueso mastoideo que no responden a antibióticos o para poner un implante coclear.
En cuanto a las otitis medias, señalemos la mastoiditis como una infección de la apófisis mastoides que cursa con inflamación de las celdillas mastoideas, generalmente provocada por un virus.
La mastoidectomía permite su extirpación, y su realización se determina en los casos más avanzados de otitis media o en pacientes con perforación de la membrana timpánica, como mencionamos en los ejemplos finales.
También puede estar indicado en colesteatomas, bien sean congénitos o adquiridos, así como en los queratomas congénitos o, siguiendo con el ejemplo anterior, cuando se produce una otitis recurrente como consecuencia de una perforación del tímpano que permite el paso de agentes hacia el oído medio.
En este caso, la mastoidectomía es una intervención de limpieza del oído medio. Por último, la mastoidectomía o la reconstrucción osicular también se puede requerir, pongamos por caso, dentro de una cirugía de timpanoplastia.
Riesgos de la mastoidectomía
Habida cuenta de que la mastoidectomía es una cirugía, como toda intervención tiene sus riesgos. Entre otros, tener mareos, infecciones que no se curan o recurrencia de las mismas, debilidad facial o cambios en el sentido del gusto o tinnitus, la percepción de zumbidos y ruidos en el oído.
Pese a sus riesgos, propios de un tratamiento invasivo como éste, es importante señalar que su realización puede evitar que una infección empeore o que la patología de que se trate lo haga, con lo que podrían sufrirse pérdidas de audición, mareos crónicos, parálisis del nervio facial o incluso amenazar la vida de propagarse la infección.
Imagen: Miguelferig en Wikimedia
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