La expresión tendinitis del bíceps puede resultar difícil de entender en un primer momento, si bien se trata de un diagnóstico bastante frecuente dentro de las tendinitis. En este artículo vamos a explicar sencilla y brevemente este tipo de tendinitis, así como algunos de sus síntomas y posibles tratamientos.
Comencemos la palabra "tendinitis", que nos lleva al concepto de lesión en un tendón, es decir, de la unión del músculo con el hueso, cursando con dolor e inflamación. En este caso, son tejidos conjuntivos muy resistentes que unen el bíceps al codo y al hombro. Su función, además de esa unión, es la de facilitar el movimiento del brazo.
Tengamos en cuenta que los tendones del codo, el talón, el hombro y la muñeca son los que más la padecen, con lo que estamos ante un tipo de tendinitis típica, habida cuenta de que el bíceps es el músculo de la parte superior del brazo, que se encuentra justo debajo del hombro, en el área frontal del brazo.
La tendinitis del bíceps, por lo tanto, es una patología del bíceps o, si se quiere, un tipo de tendinitis localizado bien en el hombro o a la altura del codo. En concreto, hemos de hablar del tendón distal, que une la parte inferior de este músculo al codo, así como los tendones proximales, que unen la parte superior del mismo al hombro. En cuanto a éstos, distingamos entre la porción larga y la porción corta, dando lugar a distintos tipos de tendinitis.
De forma general, por lo tanto, podemos definir la tendinitis del bíceps como aquella que se origina por la inflamación o irritación de cualquiera de estos tendones.
La tendinitis de los bíceps pueden provocarla movmientos repetitivos, bien por motivos laborales o por práctica deportiva, pongamos por caso, así como debido a una lesión repentina del tendón.
El dolor y, por lo tanto, también la dificultad de movimiento del brazo son sus principales síntomas. En un principio, éstos pueden aliviarse mediante el reposo y la medicación, existiendo también la opción de la cirugía en determinados casos, tal y como explicamos a continuación.
En efecto, en la mayoría de los casos, basta con descanso y medicación para tratar de forma eficaz la tendinitis de biceps.
La primera opción, salvo que el médico aconseje otra cosa, es el tratamiento con descanso, frío o calor local no directo sobre la zona (frío para bajar la inflamación con los primeros síntomas y calor cuando se trata de una afección crónica), así como medicación. En cuanto a ésta, tanto antiinflamatorios para reducir el dolor e hinchazón, bien recetándose antiinflamatorios no esteroideos o esteroides mediante inyección que se aplica en el área afectada. Se pueden realizar infiltraciones.
Igualmente, el último paso dentro de este tipo de tratamiento suele ser la rehabilitación, mediante la realización de ejercicios que ayuden a recuperar la movilidad a través de estiramientos y un progresivo fortalecimiento. Tanto en este caso como en el de la cirugía, sin embargo, podría desaconsejarse la práctica intensiva aun después de la recuperación.
Por último, la opción quirúrgica suele reservarse únicamente a casos que no han respondido a una estrategia conservadora o, por ejemplo, cuando se trata de cuadros más complejos. En ocasiones, existen otros daños en el hombro, como cuando se daña alguna estructura como el manguito de los rotadores, por lo que la cirugía puede ser una buena opción. Por último, apuntar que tras la cirugía se llevará a cabo un plan de rehabilitación con el fin de recuperar el movimiento y, por otra parte, lograr que ese movimiento no conlleve dolor.
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