Si de lesiones hablamos, las palabras esguince y muñeca están relacionadas con mucha frecuencia. No en vano, se trata de una lesión muy común, que ocasiona molestias muy sencillas de identificar. Sin embargo, es necesario un diagnóstico médico para su confirmación y aplicación del tratamiento adecuado.
Por lo tanto, si se sospecha que se tiene un esguince de muñeca, es fundamental recibir asistencia. A continuación, explicaremos qué síntomas deben motivar la visita médica, así como cuáles son los primeros auxilios ante un posible esguince en la muñeca.
El diagnóstico médico nos indicará si realmente la lesión es un esguince en la muñeca u otra dolencia que precisara de otro tipo de tratamiento, como puede ser una rotura de hueso o fractura de muñeca.
En todo caso, cuando el paciente identifica un problema en esta área del cuerpo, acudir al especialista cuanto antes es clave para evitar su cronificación o, por ejemplo, que con el tiempo el esguince derive en lo que se conoce como muñeca inestable. En otras palabras, ante la duda, el tratamiento médico ayudará a prevenir posibles complicaciones.
Por lo general, el esguince de muñeca es una lesión de fácil diagnóstico, producida a menudo tras una caída, al intentar amortiguarla extendiendo las manos, dejando que el peso caiga sobre dicha articulación y desgarrando los ligamentos. Al margen de su causa, ya que pueden originarla otros motivos como el sobreesfuerzo repetido, por lo tanto, debe atenderse a los síntomas: dolor en la muñeca, en la mano, sensibilidad en el área y entumecimiento, inflamación, dificultad para moverla y/o pérdida de fuerza y, en algunos casos, aparición de hematomas.
La respuesta es, como hemos explicado, tan sencilla como acudir al médico cuanto antes, donde nos reconocerán y realizarán un diagnóstico de esguince en muñeca. ¿Pero, cómo actuar justo después de sentir ese dolor o molestia? Antes de acudir al médico, es aconsejable seguir el método RICE, siglas que hacen referencia al reposo, hielo, compresión y elevación.
No hacer movimientos bruscos es de sentido común, pero en general debe guardarse reposo (poner el brazo en cabestrillo) y, lógicamente, detener la actividad que se estaba haciendo. Para conseguir un efecto analgésico, apliquemos frío localmente, no de forma directa si se trata de hielo.
Igualmente, elevar la muñeca reducirá la presión arterial, con lo que se puede reducir el dolor y también posibles edemas. Por último, de hacerse un vendaje para su movilización, no debe comprimir en exceso, pues la circulación podría verse afectada.
Si queremos responder de la mejor manera a la pregunta de qué hacer si tengo un esguince en la muñeca, ponerse en manos de profesionales nos aportará las respuestas. Desde acudir a urgencias o a un traumatólogo, -idealmente especialista en mano-, hasta recibir tratamiento de recuperación por parte de fisioterapeutas, pongamos por caso.
Sea como fuere, el primer paso siempre es el diagnóstico. Una vez confirmado, se valorará su gravedad y alcance de la lesión, pues de producirse la rotura completa del ligamento se puede requerir la cirugía. A partir del diagnóstico, se establecerá un tratamiento que incluirá su recuperación como última fase. Posteriormente, se podrían dar pautas de tipo preventivo.
En efecto, el esguince muñeca tratamiento no finaliza hasta que se logra una completa recuperación, siempre dentro de las particularidades de cada paciente, que serán especiales en algunos casos, por ejemplo, si se trata de niños, enfermos o ancianos, así como personas que realizan sobreesfuerzos que sobrecargan la zona de forma importante.
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