"El terapeuta es un profesional que está especializado en los problemas que experimenta el paciente, con profundos conocimientos teóricos y clínicos, por lo que puede arrojar una comprensión mucho mayor que alguien que no es psicoterapeuta"
Elena Pérez Martín es Licenciada en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid, y Especialista en Clínica y Psicoterapia Psicoanalítica.
Actualmente ofrece atención en la ciudad de Madrid, en los barrios de Pacífico y Salamanca. Realiza terapias psicológicas para ayudar a pacientes de todas las edades a recuperar su bienestar, tanto a niños, como adolescentes, adultos, parejas y familias.
¿Elegiste la profesión de psicóloga de forma vocacional? Cuéntanos un poco tus inicios.
Desde muy jovencita me sentía muy atraída por el mundo de la Psicología y el Psicoanálisis, tenía claro que la historia de una persona ejerce una influencia decisiva en su manera de sentirse y de vivir su vida. No dudé mucho a la hora de matricularme en la Licenciatura, y paralelamente inicié mi formación personal en Psicoanálisis. Desde entonces siempre he perseguido el proyecto de tener un despacho donde ayudar a las personas a aliviar los múltiples pesos emocionales que puedan tener.
¿Crees que se le da actualmente la importancia necesaria al cuidado de la salud psicológica?
Creo que no. Conozco personas que se sienten mal y tratan de paliar ese malestar, por poner un ejemplo, ahorrando todo lo que pueden para hacer viajes, combatiendo las angustias diarias a base de coger un avión e irse a una playa muy lejana.
Es comprensible que sintamos esto, viajar es algo muy gratificante y que enriquece mucho a nivel personal, nos saca de la rutina y nos ayuda a desconectar de nuestros sufrimientos. Pero a veces quedamos encerrados en un círculo sin darnos cuenta, por poner una tirita en una herida que necesita desinfección y puntos.
A parte de viajar, hay otras conductas con las que compensamos la ansiedad o la desvitalización, como son la compulsión por la comida, la adrenalina, las drogas o el alcohol, la sexualidad compulsiva, etc. Estos son procesos tan automáticos que muchas veces no somos conscientes de ellos. En definitiva, esto significa que estamos compensando el malestar pero no estamos poniendo los medios adecuados para solucionar el problema.
La parte positiva es que ahora la gente no se lo piensa tanto para llamar al psicólogo, antes había que estar muy hundido para pedir ayuda, y eso está cambiando.
¿Qué motivos son los que ayudan más a la gente a buscar ayuda psicoterapéutica?
Una gran motivación para acudir a Psicoterapia sin duda son los problemas con la pareja. La pareja es un vínculo de los más significativos que tendremos a lo largo de toda nuestra vida, por lo tanto, cualquier cosa que pueda amenazar la estabilidad de ese vínculo genera una gran preocupación. Así que muchas personas que acuden a mi consulta suelen venir por temas que atañen a su relación de pareja.
Otro motivo por el cual mucha gente acude a Psicoterapia son los síntomas de las crisis de pánico, es decir, síntomas muy agudos de ansiedad que le ocurren a la persona en el transcurso de una crisis de pánico. Son experiencias muy angustiosas y provocan un gran sentimiento de indefensión, así que la persona suele tener un gran impulso de pedir ayuda profesional. Luego estos síntomas van desapareciendo conforme descubrimos el significado y la causa del síntoma.
Por último, otro motivo mayoritario sería el estar desvitalizado, es decir, sin energía e ilusión por las diferentes áreas de la propia vida. La persona suele acudir a terapia cuando toma conciencia de que lleva meses e incluso años en esa situación.
¿El hablar con familiares o amigos permite resolver problemas psicológicos de fondo?
Sin duda, confiar en algún familiar o amigo para compartir determinadas preocupaciones es realmente saludable. Sin embargo, a la hora de tratar malestares emocionales de cierta profundidad, diré que detrás de cada síntoma o trastorno hay procesos psicológicos inconscientes y antiguos que será imprescindible descubrir para que el síntoma desaparezca.
Para ello es necesaria una asiduidad de las sesiones (a ser posible misma hora, mismo lugar, misma duración).
También es imprescindible el compromiso económico que se establece con un terapeuta, porque asegura que ambas personas sólo nos ocuparemos de los problemas del paciente, sin que éste tenga que cuidar de los sentimientos de su interlocutor.
Todas estas características fomentan un vínculo suficientemente seguro como para que el paciente pueda apoyarse en el terapeuta y recuperar memorias emocionales disociadas y vivencias traumáticas o micro-traumáticas, hecho necesario para la cura.
Con un amigo no se dan todas estas condiciones, así que no es posible la elaboración de la historia de la persona a esos niveles, por lo que tampoco se podrán erradicar los síntomas o problemas que el paciente esté sufriendo.
A todo ello hay que añadir que el terapeuta es un profesional que está especializado en los problemas que experimenta el paciente, con profundos conocimientos teóricos y clínicos, por lo que puede arrojar una comprensión mucho mayor que alguien que no es psicoterapeuta.
Por último, no olvidemos que en concreto los psicoanalistas recibimos un entrenamiento de muchos años que nos capacita para realizar una escucha libre de prejuicios y para poder distinguir claramente entre los problemas del paciente y los nuestros propios.
¿Por qué tu enfoque clínico y en psicoterapia psicoanalítica? Danos algunas pinceladas de tu forma de trabajar desde estos enfoques.
La Psicología tiene muchos campos de aplicación (empresas, colegios, deporte…). El enfoque clínico permite ejercer en el campo sanitario, es decir, atender a pacientes. Para mí es un enfoque vocacional, como os comentaba al inicio.
En segundo lugar, ¿por qué me especialicé en Psicoterapia Psicoanalítica? es una rama que entiende los síntomas como el producto de procesos psicológicos que no siempre son del todo conscientes. Las corrientes más modernas del Psicoanálisis (Psicoanálisis Relacional, Teoría del Apego, Psicoterapia Humanista) entienden que el síntoma no es sólo un producto de nuestro mundo interno, sino más bien un producto de la relación con las personas importantes de nuestra vida (familiares, pareja…).
Otra diferencia entre el Psicoanálisis y otros tipos de Psicoterapia es que los Psicoanalistas tenemos la obligación de realizar una Psicoterapia personal de muchos años (entre 5 y 10 como mínimo) y además también tenemos que realizar reuniones con otros psicoanalistas para revisar nuestros casos y asegurarnos de que no hay puntos ciegos (aspectos del paciente que quedan tapados por nuestras propias emociones). En otras palabras, nos capacitamos para diferenciar los problemas del paciente de los nuestros propios.
Por último, otro tema que tiene mucho peso en este enfoque es que le concedemos mucha importancia a los sentimientos que tiene el paciente en la propia sesión y hacia el terapeuta, porque suponen un reflejo de su manera de sentirse con las demás personas de su vida. La relación terapéutica es un lugar privilegiado y seguro para analizar y transformar esto. Lo llamamos “analizar la transferencia”.
En resumen, el Psicoanálisis no es sólo un conjunto de teorías, sino que es una forma de trabajar, no desde la superficie, sino con máxima profundidad e implicación.