Una buena profesional y una persona honrada en un campo en el que hay mucho sobretratamiento; no te va a recomendar hacer nada que no necesites.
Lo bueno es el traumatólogo, persona empática, agradable y buen profesional. Salí muy satisfecha con su criterio y tratamiento.
La persona que me recibió en recepción, una joven muy maleducada, en un puesto de trabajo, que le queda grande.