"Cuidamos y mimamos a los embriones en el laboratorio. Cuando no va bien lo sufrimos con los pacientes. Uno de los mejores momentos es cuando nos traen al niño para que lo veamos. Tenemos claro en el laboratorio que trabajamos con familias. Cuando mis hijas me preguntan en qué consiste mi trabajo les digo que ayudo a familias a ser felices"
Dori Rodríguez es Licenciada en Biología en la especialidad de Biotecnología por la Universidad de Alicante. Es Doctora en Bioquímica, Biología Molecular y Proteómica. Ejerce de profesora del Máster Universitario en Medicina Reproductiva de la Universidad de Alicante y el Instituto Bernabeu. Compagina la labor asistencial con la investigación.
Una bióloga molecular que ejerce de embrióloga, ¿se imaginaba esta profesión cuando empezó su carrera?
No lo imaginaba. Pero considero muy positivo haber empezado como bióloga molecular porque me da una visión general del proceso. Conoces todo lo que hay detrás a nivel genético. Y considero que tengo una visión más amplia que la que tienen los embriólogos puros.
¿Cuál es el motivo de ese cambio de bióloga molecular a embrióloga?
Decidí quedarme en embriología porque me encanta ayudar. Es un trabajo de mucha responsabilidad en el que te implicas al 100% porque detrás hay personas esperando ser padres y es muy gratificante ayudar a conseguirlo.
¿Qué es lo que más le gusta de su trabajo?
Hay un momento del proceso que me encanta, porque cuidamos y mimamos a los embriones en el laboratorio. Cuando no va bien lo sufrimos con los pacientes. Uno de los mejores momentos es cuando nos traen al niño para que lo veamos. Tenemos claro en el laboratorio que trabajamos con familias. Cuando mis hijas me preguntan en qué consiste mi trabajo les digo que ayudo a familias a ser felices. Realmente considero que es eso.
¿En qué consiste el trabajo de una embrióloga?
Se trabaja con el gameto femenino y con el gameto masculino para generar el embrión. Tenemos condiciones de cultivo muy controladas, mimamos mucho el cultivo embrionario porque éste junto al proceso de transferencia son clave. Controlamos parámetros de laboratorio, unas condiciones idílicas y controladas.
Es una persona inquieta y curiosa, ¿le gustaría probar campos nuevos?
Aquí nunca se para de aprender, salen cosas nuevas. Desde que entré en 2005 en el Instituto Bernabeu hasta hoy, han cambiado muchísimo las cosas. Salen protocolos y técnicas nuevas. Mi curiosidad está completa. Llevo 12 años de embrióloga y 5 de coordinadora del laboratorio, son innumerables las veces que nos hemos adaptado a nuevos protocolos y técnicas.
Ponga algunos ejemplos de esos cambios.
Cuando empecé, la vitrificación era una técnica emergente, ahora es rutinaria. También se hacía la biopsia embrionaria en día 3 de cultivo embrionario, ahora la hacemos en día 5. Hemos mejorado los sistemas de cultivo. Y los ginecólogos de la Unidad de LOR (baja respuesta) y de RIF (fallo de implantación) están también en ello. Este trabajo es multidisciplinar y requiere mucha comunicación, puesta al día y mucha formación y estudio constante. Lo bueno que tenemos aquí es que todos vamos en la misma dirección. Celebramos comités donde se valoran muchos aspectos y las mejoras, para poder aplicar los avances en los tratamientos.
¿Cuáles son los momentos más difíciles?
De las cosas complicadas te acuerdas muchísimo. Cuando estás en el laboratorio y ves el nombre de la paciente que no logra quedarse embarazada. La técnica que nosotros usamos en el laboratorio es sencilla para quien tienen experiencia. No son complejas, pero sí delicadas. Cada ovocito de una misma señora y cada espermatozoide es diferente. Lo haces todo, pero el ser humano es muy poco eficiente. Ojalá cada vez que juntásemos los gametos tuviéramos un embrión, pero hay una parte de la biología que no va así.
¿De qué depende que vaya bien o mal?
Hay muchos factores. Principalmente de la calidad seminal y ovocitaria. No hay cosas que puedan suceder al azar porque lo tenemos todo controlado. Hay que tener lo mejor para dejar a la suerte lo menos posible. Con una buena cohorte de embriones y el endometrio preparado estamos en las mejores condiciones.