“Me sorprende la capacidad que tenemos los embriólogos de emocionarnos cuando vemos un embrión precioso (¡después de haber visto tantos!) pensando que esa paciente tiene muchas posibilidades de cumplir su sueño”.
Leyre Herrero Grassa es Licenciada en Ciencias Biológicas por la Universidad Autónoma de Madrid, experta en genética clínica titulada por la UAH. Cuenta con máster en biotecnología de la reproducción asistida, realizado en la UV. Forma parte del equipo de expertos de los laboratorios de Instituto Bernabeu de Madrid.
De pequeña quería estudiar veterinaria pero acabé estudiando la carrera de biología. Ahora pienso que, aunque hubiera estudiado veterinaria, habría acabado trabajando en este mundo, ya que en mi familia hay varios ginecólogos, y mucha relación con esta especialidad.
Mi proyecto fin de carrera se enmarcó en la rama genética de la reproducción. En el Hospital Universitario Príncipe de Asturias, en Alcalá de Henares, realicé un trabajo sobre diagnóstico genético preimplantacional. Y me queda mucho por investigar y desarrollar en el laboratorio.
La genética de la reproducción, el desarrollo embrionario y la vitrificación. La criopreservación de ovocitos es una revolución que ha tenido lugar en los últimos años, y que ha abierto un mundo de posibilidades para las pacientes, y de nuevas indicaciones para los profesionales de la reproducción.
El tema principal de mi tesis doctoral fue la vitrificación de ovocitos. Estoy convencida de que un buen programa de criopreservación es fundamental.
Instituto Bernabeu cuenta con un programa de vitrificación que permite optimizar los resultados cada ciclo, transfiriendo en el 95% de los casos un solo embrión, frente a los tres embriones que, hace más de una década, se implantaban en la paciente para tener éxito.
Mis compañeras y yo aprendemos cada día de cada paciente. Me sorprende la capacidad que tenemos los embriólogos de emocionarnos cuando vemos un embrión precioso, ¡después de haber visto tantos! pensando que esa paciente tiene muchas posibilidades de cumplir su sueño.
El trabajo en equipo es fundamental en el laboratorio y entre todos los departamentos de la clínica, tenemos que ser todos uno, y trabajar para mejorar cada día en ese sentido. La empatía y el positivismo son muy importantes, ya que muchos pacientes están devastados psicológicamente y tenemos que ayudarles, quitarles ese peso de la espalda y ponerlo en nuestras manos.
Un buen programa de criopreservación es fundamental e Instituto Bernabeu cuenta con un programa de vitrificación que permite optimizar los resultados cada ciclo, transfiriendo en el 95% de los casos un solo embrión, frente a los tres embriones que, hace más de una década, se implantaban en la paciente para tener éxito. El futuro en el laboratorio de FIV está aún por descubrir.