Las arritmias son trastornos o alteraciones del ritmo cardiaco y del pulso o frecuencia cardiaca. Puede ser una taquicardia, cuando los latidos se aceleran y braquicardia cuando disminuyen. También se puede tratar de un ritmo irregular.
Algunos de los factores de riesgo por los que puede aparecer una arritmia son:
Algunos de los síntomas que nos pueden alertar de la presencia de una arritmia son: Desmayo, palpitaciones del corazón lentas o muy rápidas, vértigo y mareos, dolor en el tórax, sudor, dificultades respiratorias, etc.
En cuanto a las pruebas diagnósticas para determinar si se padece una arritmia están el monitoreo mediante Holter cardiaco, angiografía coronaria, ecocardiografía, entre otras.
Los tratamientos de las arritmias deben ser determinados por el cardiólogo. Si la arritmia es grave, requerirá la intervención inmediata mediante shock eléctrico con desfibrilador, para que se recupere un ritmo normal. También puede ser necesaria la implantación de un marcapasos y la medicación, que puede ser intravenosa. En situaciones más extremas, se puede recomendar un cateterismo cardíaco.