Las dietas vegetarianas son ricas en legumbres, vegetales y cereales, excluyendo todo tipo de alimentos con origen animal. El nutricionista será la persona idónea para asesorarte en caso de llevar una dieta de este tipo, para evitar déficits nutricionales, aportando al organismo todos los nutrientes que necesita.
Veganas: Es la más estricta, ya que aparte de no consumir carne o pescado, tampoco consumen alimentos con origen animal, como la leche, yogur, queso, miel, etc. Dentro de ella, se podría incluir el crudivorismo, que sólo consume alimentos crudos, como frutos secos, verduras, frutas o legumbres germinadas.
Ovolácteovegetarianismo y sus variantes: Se consumen lácteos y huevos y es la más frecuente. Si sólo se consumen huevos estaríamos ante el ovogetarianismo y si sólo se toman lácteos, ante el lactovegetarianismo.
Dieta que sólo incluye frutas, semillas y frutos secos. Dieta frugívora.
Las dietas vegetarianas pueden ser aptas para todas las edades y en situaciones de embarazo y lactancia, siempre que se vigile el correcto aporte de vitamina D, B-12, ácido fólico, cinc, calcio y el resto de nutrientes que se precisan en estas etapas. Los beneficios más importantes son:
Las carencias nutricionales que puede tener una dieta vegetariana, son principalmente de vitaminas D y B12, de hierro, cinc, calcio y omega 3, aunque normalmente son ricas en omega 6
Para suplir las vitaminas, puede ser necesario recurrir a complementos nutricionales, en el caso del omega 3, la ingesta de nueces, colza, soja, pueden ser beneficiosas.
Las dietas vegetarianas pueden aportar todos los nutrientes que necesitamos, sobretodo si se tienen en cuenta algunas recomendaciones: