En el siglo XIX y ante la revolución laboral de que ambos padres comenzaran a trabajar y diversos cambios que ha sufrido nuestra sociedad desde entonces, se empezaron a realizar los primeros trabajos para la orientación de los padres de familia teniendo como enfoque la orientación pedagógica y la psicología respecto a los estilos educativos. Pioneros en la materia fueron Estados Unidos seguido de otros países como Alemania, Francia, y Reino Unido.
En la actualidad la escuela de padres se ha incorporado en todo el continente europeo y en nuestro país accediendo a él desde diferentes entidades: colegios, asociaciones y gabinetes de expertos profesionales privados.
Los objetivos de la Escuela de Padres son los siguientes:
A día de hoy podemos considerarla una herramienta potente dentro del bienestar educativo y familiar, es importante que esté impartida por profesionales e incluso desde un marco de programación multidisciplinar donde encontremos pedagogos, psicólogos, maestros, médicos…