La planificación familiar hace referencia al conjunto de técnicas o procedimientos, que pueden ser utilizados por la pareja, por la mujer o por el hombre, con el objetivo de controlar la natalidad, utilizando para ello métodos o técnicas anticonceptivas en la práctica sexual o también lo contrario, tratamientos para potenciar la fertilidad. La Organización Mundial de la Salud, OMS, la define como el conjunto de procedimientos que tienen el objetivo de hacer que las personas tengan los hijos que deseen y en el intervalo de tiempo también deseado, utilizando para ellos métodos anticonceptivos, pero también tratamientos para la infertilidad.
Ámbitos de intervención de la planificación familiar
La planificación familiar se realizará con ayuda de un ginecólogo y contempla una amplia órbita de acción:
- Que cada persona decida de forma autónoma e independiente sobre los hijos que se quiere tener, o si no se quiere tener descendencia
- Momento en el que se desean tener los hijos, asesoramiento sobre la edad óptima
- Educación y prevención en materia sexual. Se buscará prevenir el contagio de enfermedades de transmisión sexual y su tratamiento en caso de que se produzcan
- Asesoramiento previo al embarazo, control del embarazo y asistencia parto
- Tratamiento de la infertilidad y esterilidad. Técnicas de reproducción asistida
Beneficios de la planificación familiar
La planificación familiar fomenta la autonomía personal, así como la salud, el bienestar y calidad de vida de la pareja:
- Se reduce la mortalidad durante el embarazo o durante el primer año de vida del bebé, al evitar embarazos de riesgo, o embarazos no deseados
- Disminuyen las enfermedades de transmisión sexual, el contagio por sida y por VIH, al formentarse la prevención
- Se reducen las abortos y se contrala la natalidad
- Mejora la salud sexual y reproductiva
- Disminuyen los embarazos en adolescentes, que suelen llevar consigo el abandono de los estudios en la embarazada