Reumatología pediátrica
La reumatología pediátrica es la especialidad médica que se encarga de tratar los problemas que afectan al sistema músculo-esquelético, es decir, a los músculos, articulaciones, tendones y huesos en la edad infantil; también trata problemas de trastornos autoinmunes. Su diagnóstico en esta edad es más complejo que en los adultos debido a que todavía su sistema autoinmune y aparato locomotor se está formando y además tienen más dificultades para expresar las molestias.
El especialista en evaluar, diagnosticar y tratar problemas de reumatología pediátrica es el reumatólogo infantil o pediátrico, que trabajará conjuntamente con el pediatra e incluso con el médico de familia. Además se puede coordinar con otros especialistas, como los rehabilitadores, terapeutas ocupacionales, psicólogos, ortopedas o nefrólogos.
Problemas tratados
Entre los problemas tratados por el reumatólogo infantil nos encontramos:
- Artritis infanto-juvenil, que se produce hasta los 16 años de edad y se caracteriza porque las articulaciones se inflaman, además de tener dolor. Se desconocen las causas de la misma y no se puede relacionar con toxinas, alergias o falta de vitaminas; las últimas investigaciones apuntan a una predisposicion genética.
- Trastornos autoinmunes, tales como esclerodermia que provoca un estiramiento y endurecimiento de la piel o el lupus, caracterizado por dolor de articulaciones o en el pecho, erupción en las mejillas, etc.
- Vasculitis crónica, cuando se inflaman los vasos sanguíneos, y otros trastornos inflamatorios que afectan a ojos, músculos, entre otros órganos
- Problemas de debilidad, fatiga, dolores músculo-esqueléticos, etc
- Etc
Diagnóstico en reumatología pediátrica
Las formas de diagnóstico de los problemas de reumatología pediátrica, empiezan por la detección de los síntomas, a lo que pueden seguir, análisis de sangre, rayos X, test de velocidad de sedimentación, entre otros, que determinará el especialista.
El diagnóstico temprano es importante, ya que facilita el tratamiento, que suele consistir en una combinación de medicinas, cuidado dental y nutricional, realización de actividad física, entre otros. Se recurrirá a la cirugía sólo en casos complejos.