Terapia familiar

La terapia familiar está indicada especialmente a mejorar la capacidad de apoyo y de confianza en aquellas familias que por algún acontecimiento se hayan visto desgastadas sus relaciones. De igual forma aquellas personas de manera individual que vean afectados sus vínculos familiares se puede beneficiar del enfoque de la terapia para intentar mejorar su relación y sobre todo su visión y el sentimiento de culpabilidad que podemos llegar a sentir en estas problemáticas personales.

La terapia familiar se entiende como un sistema en el que la estructura viene determinada por las relaciones de comunicación entre sus medios y el contexto concreto en el que viven cada uno. Se da especial relevancia a la comunicación verbal y la no verbal, el contenido y los procesos por los cuales cada uno reacciona así. El psicólogo terapeuta desgrana en las sesiones los diferentes ciclos vitales de la familia y sus reacciones emocionales. Se centran más en la actualidad que en los procesos del pasado.

A nivel teórico existen diferentes escuelas y todas se apoyan en un desarrollo teórico enriquecedor, aunque no siempre homogéneo, debido a que algunos de sus conceptos básicos provienen de ámbitos relativamente independientes. Esta epistemología se nutrió inicialmente de tres fuentes:

• La teoría general de sistemas (Von Bertalanffy, 1954)
• La cibernética (Wiener, 1948)
• La teoría de la comunicación (Watzlawick, Beavin y Jackson, 1967)
• Los enfoques evolutivos (Haley, 1981) y estructurales (Minuchin, 1974

A nivel de técnicas la terapia familiar sugiere la utilización principal de las siguientes:

• La entrevista circula donde se resaltan relaciones y diferencias por lo menos involucrando a tres personas. Puede ser de utilidad un genograma.
• Las dramatizaciones y escenificación de pautas familiares en vivo.
• Las esculturas familiares.
• La prescripción de tares y la programación de las mismas.
• Test familiares aplicados en conjunto.