Las varices son venas que se inflaman y se ven abultadas en la superficie de la piel. Son de color azul oscuro o morado y generalmente surgen en las piernas, aunque también pueden aparecer en otros lugares del cuerpo. Si son más pequeñas se conocen como varices en araña. Son más frecuentes entre mujeres, que entre hombres y si se tiene más de 50 años.
Las varices se producen cuando se estanca en las venas la sangre pobre en oxígeno, que debería regresar al corazón, porque fallan los diferentes mecanismos que permiten que la fuerza de la gravedad se venza.
Entre los síntomas más frecuentes están los calambres, dolor en las piernas, que puede ir acompañado de pesadez y cansancio.
El riesgo de varices aumenta con el embarazo, la edad avanzada, la obesidad y el sobrepeso y si hay antecedentes en la familia. También es frecuente en personas que permanecen de pie mucho tiempo.
El primer tratamiento para las varices se basa en cuidados personales y cambios en el estilo de vida, tales como pérdida de peso, ejercicio físico, mantener las piernas elevadas cuando se pueda, etc. En el caso de que se produzcan úlceras, coágulos de sangre y dolor o si se quiere mejorar el aspecto físico, se puede recurrir a la escleroterapia, en la que el especialista inyecta agua con sal u otra solución química dentro de la vena. Otros métodos son la ablación con láser y la ablación con radiofrecuencia, donde se usa el calor intenso.
La flebectomía es la cirugía convencional para eliminar las varices, que se recomienda en venas muy grandes, pero que cada vez se utiliza menos al haber otro métodos no quirúrgicos.
Gracias al tratamiento esclero-láser vascular, una combinación de escleroterapia y láser, es posible tratar todas lesiones varicosas y lograr su desaparición de forma fácil, permanente y poco invasiva.
"Es una técnica integral, totalmente ambulatoria, que permite al paciente seguir con su vida normal", explica el doctor Francisco Gómez León de la Clínica Belleza en gotas.
Este tratamiento combinado se realiza en una sesión de 25 minutos cada 3 meses. Lo más común es que al cabo de 4 a 6 sesiones se haya finalizado y los resultados se observan mes y medio después de la primera sesión. Salvo la precaución de no tomar el sol en las áreas tratadas durante el primer mes, "una vez finalizado el proceso, no hay que hacer nada especial y el paciente puede continuar con sus actividades diarias", apunta Gómez León.
Hasta ahora, el láser o la escleroterapia se utilizaban de forma separada para tratar determinados tipos de lesiones varicosas, pero la combinación de ambas permite abordar todas sus variantes.
Las varices son venas dilatadas a consecuencia de una acumulación de sangre en su cavidad, que por lo general se producen en las piernas. "Además de representar un problema estético y de salud, esta patología también supone una problemática a nivel socioeconómico, pues tiene una importante repercusión laboral y social, pues en ocasiones generan dolores y molestias incapacitantes", concluye el experto.
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