El vértigo y los mareos se caracterizan por una sensación de que el cuerpo rota o se desplaza (dicha sensación no es objetiva), la misma puede ir acompañada de pérdida de equilibrio, vómitos, sudores, ruidos en el oído, falta de orientación, etc. El origen es una alteración en el oído interno del sistema vestibular, que es el que hace que se controle el equilibrio.
Los vértigos pueden ser de tipo neurológico, cuando el problema parte del cerebro y de tipo periférico, que son aquellos originados en el oído interno. Entre los causantes del vértigo periférico están las infecciones del oído, traumatismo craneal, tumores, fármacos o alteraciones de presión fuertes.
El otorrino deberá recomendar el tratamiento más adecuado para el vértigo y mareos, en función del diagnóstico que realice, pero el reposo es importante, y también algunos medicamentos como la hidroxicina, la tietilperazina, el dimenhidrato, el sulpiride, entre otros. También puede ser recomendable la rehabilitación vestibular.
Una vez pasada la fase más intensa es importante conocer el origen del vértigo y mareos para que el otorrino determine el tratamiento idóneo a medio y largo plazo.
Una investigación trabaja en una posible solución al mareo
Los mareos son síntomas de diferentes enfermedades y patologías, aunque la causa exacta que los producen todavía se desconocen. Se trata de un cuadro que tiene unos componentes muy claros, como náuseas, desvanecimientos o sensación de falta de equilibrio, y se pueden manifestar en casos muy diferentes. Gran parte de la población puede sufrir mareos a lo largo de su vida, como fruto de una enfermedad o una situación concreta y el tratamiento suele pasar por el alivio de los síntomas.
Ahora se está desarrollando un tratamiento que podría ser muy efectivo para terminar con el mareo, y no solo será poco invasivo, sino que podría estar al alcance de toda la población. Ha sido desarrollado a raíz de una investigación del “Imperial College” de Londres, y consistiría en la aplicación de una suave corriente eléctrica en el cuello cabelludo de los pacientes para estimular la región del cerebro encargada del movimiento, con el fin de paliar los efectos del mareo.
Las investigaciones han determinado que es un método poco invasivo y con efectos secundarios casi nulos, además de que tendría un bajo coste y podría instalarse tanto en centros de salud, hospitales, empresas, domicilios e incluso en dispositivos portátiles como teléfonos móviles. Es un tratamiento que facilitaría mucho la vida de los pacientes con este tipo de síntomas y que podría ponerse en marcha en poco tiempo.