Lo bueno es el traumatólogo, persona empática, agradable y buen profesional. Salí muy satisfecha con su criterio y tratamiento.
La persona que me recibió en recepción, una joven muy maleducada, en un puesto de trabajo, que le queda grande.
Me operó en Julio de 2018 de dedo martillo en el pie dcho. Desde entonces he apoyado el pie perfectamente ya que me salía un callo en la almohadilla del pie que no me dejaba andar, al pisar me do...