EL DOLOR CUANDO LOS HIJOS SE VAN DEMASIADO PRONTO: DUELO GESTACIONAL Y PERINATAL.

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Miriam Al Adib Mendiri Miriam Al Adib Mendiri preguntó sobre
Ginecología y Obstetricia

«Hay quien dice que el trabajo del duelo consiste en convertir una ausencia externa en una presencia interna. Se trata de aprender a vivir de nuevo».

El duelo que acontece tras la pérdida de un embarazo (en cualquier momento del mismo), en el momento del alumbramiento o tras pocos días del nacimiento. Tiene una serie de peculiaridades diferentes de otros duelos, quizás lo más llamativo es la banalidad con la que socialmente es tratado este duro proceso, se trata de un duelo desautorizado. Quienes sufren esta pérdida pueden llegar a sentir que no tienen permiso para expresarlo y vivirlo, es como atravesar la (p)maternidad instalada en el dolor, el silencio, en la negación, en el olvido...

Ser madre o padre no se mide en centímetros o número de células, sin embargo, con toda la buena intención, el entorno de la pareja a veces dicen cosas como "eran unas pocas células de nada/ no era apenas nada/ mejor ahora que no más tarde/ ya tendrás más, etc.", sin tener en cuenta que lo que realmente sienten es que han perdido a quien iba a ser su hijo/a antes de llegar a nacer o poco después de nacer, y esto jamás se debe banalizar.

EL DUELO NEGADO

(...)Tras informarle que se había producido un aborto, ella estaba todo el tiempo con una sonrisa forzada de oreja a oreja que parecía más que una sonrisa un rictus. Le dije:"puedes llorar si quieres, estás en todo tu derecho de hacerlo, es normal que lo necesites", en ese momento la sonrisa dió paso todo un mar de lágrimas, y ahí comenzó a darse permiso para expresar lo que ella sentía: el primer paso para iniciar la elaboración de su duelo (...).

Como todo duelo, comprende una serie de etapas: shok, negación, negociación, tristeza, ira y aceptación. No todas las personas lo viven igual, incluso puede que se solapen unas etapas con otras o cambien su orden, pero lo normal es que se vaya pasando de una a otra hasta llegar a la aceptación y aprender a vivir con ello. Unas personas necesitan más tiempo que otras, no es una patología sino un proceso natural, que necesita su tiempo y su espacio para elaborarse de una forma sana. Al ser un duelo desautorizado, en ocasiones puede transformarse en un duelo que puede requerir ayuda psicológica.

Aunque se trate de una interrupción voluntaria del embarazo: éste también es un duelo negado. No vamos a entrar en el tema de aborto sí o no. No es cuestión de juzgar, sino de entender (sea cual sea nuestro credo o ideología) que estas mujeres también necesitan ser acompañadas, escuchadas, comprendidas, ayudadas...

TRATAMIENTO MÉDICO: OPCIONES QUE SE INDIVIDUALIZAN SEGÚN CADA CASO

En cuanto a la actitud médica se pueden tomar distintas opciones, desde tratamientos más conservadores como el expectante hasta tratamientos más intervencionistas como el legrado o la inducción del parto, pasando por otros intermedios como la utilización de prostaglandinas. El tratamiento expectante consiste en no intervenir, es decir, dejar que el proceso se desarrolle de forma espontánea, sin intervención médica (ni legrado ni prostaglandinas ni ningún otro tratamiento), pocas veces se hace así, pero lo cierto es que cada vez son más las mujeres que lo solicitan pues ofrece algunos beneficios como: sentir el control sobre su propio cuerpo en todo el proceso lo que permite un mayor empoderamiento y control de la situación, darse su tiempo y espacio para asumir lo que ha sucedido, y por supuesto una buena elaboración posterior del duelo. El tratamiento por el que se opta definitivamente se individualiza dependiendo de cada caso, por ejemplo no es lo mismo presentar una complicación médica o que no presentarla, cuando desde el punto de vista médico es posible optar por más de una opción, se tiene en cuenta y se respeta el criterio de cada mujer.

Hay mujeres que tras la pérdida, sobre todo si se produjo en un momento más avanzado del embarazo, tienen subida de la leche, en estos casos se pueden optar por: inhibición farmacológica, inhibición fisiológica o incluso donación de leche. Esta última opción puede beneficiar a algunas mujeres que por un lado sienten que ayudan a otros bebés prematuros y por otro mantienen la oxitocina y la prolactina elevadas por más tiempo, ambas neurohormonas tienen efectos ansiolíticos muy beneficiosos.

No me voy a extender más, si necesitáis más información podéis encontrarla en la guía "Atención profesional a la pérdida y el duelo durante la maternidad", libro del que soy coautora junto a Pedro Santos (matrón) y Ana Yáñez (psicóloga). Se descarga gratuitamente. Es muy completa, no solamente encontraréis todas las opciones médicas para cada caso concreto, sino que también muchos consejos para saber cómo elaborar este duelo, qué peculiaridades tiene en cada situación específica, rituales de duelo y despedida del bebé, el duelo en parejas homosexuales, vientres de alquiler, interrupción voluntaria del embarazo, qué hacer al volver a casa, cómo contarlo a los demás hijos o familiares, la sexualidad de las parejas en duelo, qué hacer si hay subida de leche,... No es necesario leerla entera, puedes ver en el índice lo que necesites saber en ese momento bien para ayudarte a ti mismo/a o a algún familiar o amigo/a que se encuentre en esa situación.

Aquí os dejo el link de la guía: https://www.elpartoesnuestro.es/sites/default/files/recursos/documents/libro_duelo_ses.pdf

Aquí os dejo el link de la entrevista que nos hicieron a Ana Yáñez y a mi para periódico El Mundo: http://www.elmundo.es/salud/2015/06/17/55806293ca4741104d8b459c.html

Me despido con este soneto que escribí sobre una pérdida al quinto mes de embarazo, espero que os guste:

"Sin nacer en la quinta luna morías"

Soñé nueve lunas de amor preñadas

jamás olvidaré ese frío invierno

Líquido amniótico dulzor materno,

llegaste y te fuiste de amor bañada.

Mil primaveras regué para darte,

amor para ti de mi ser manaba,

calor de mi útero te acunaba.

Murió la quinta luna sin besarte.

Dolor en mi vientre escarcha de hielo,

sin nacer tú morías en mi cuerpo,

y dejaste en mi piel escrito un verso.

Mi niña del agua cuanto te anhelo,

hija del amor que fuerte latías,

y ahora eres amor del Universo.

Autora: Miriam Al Adib Mendiri 21-12-15.

Publicado por: Dra. Miriam Al Adib Mendiri. Ginecóloga y obstetra (área de salud de Mérida).

03 de marzo de 2016   Comentar

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