El coaching está en boca de todos, se ha puesto de moda y muchos buscan un coach que les ayude a conseguir sus metas. Es importante establecer una diferencia entre dos profesionales que tienden ser confundidos, el coach y el psicólogo.
Muchas personas al atravesar un mal momento emocional o cuando no se sienten bien en el trabajo, recurren a un coach, sin conocer a ciencia cierta si este es el profesional indicado para ayudarle a solucionar sus problemas. En este momento donde el coaching se ha puesto tan de moda, hay que determinar el lugar que le corresponde a la figura del psicólogo.
Existe una tendencia a pensar que el coaching y la psicología son sinónimos, sin embargo, el coach es una persona que gestiona la felicidad, que ayuda a eliminar los factores negativos de la vida, proporcionando herramientas para conseguir comprender nuestros propios pensamientos y comportamientos.
El proceso de coaching aporta un gran beneficio en el desarrollo profesional y personal de aquellas personas que buscan mejorar en diferentes áreas, incluyendo salud, economía, ocio, trabajo y familia; pero con el importante matiz de que la persona no manifieste sintomatología clínica como ansiedad o depresión, u otras limitaciones como fobias, insomnio o trastornos de la alimentación.
Cuando el individuo manifiesta alguno de los problemas mencionados, la mejor opción es la terapia psicológica, que siempre que la persona se encuentre estable, puede derivar en un proceso de coaching.
Si lo que te ocurre es que te sientes insatisfecho o desanimado, pero no tienes altos niveles de malestar, acudir a un coach puede ser lo adecuado.
La línea que separa el coaching de la psicología es muy fina, por lo cual lo recomendable es acudir a un psicólogo experto en coaching para obtener el mejor asesoramiento; ya que cuenta con la garantía de haber cursado estudios superiores en psicología, haberse especializado en algún área clínica de intervención y, también, tener conocimientos sobre la metodología del coaching.
Un psicólogo puede diferenciar si una persona necesita un proceso de coaching o una terapia psicológica. Se trata de un profesional experto en las relaciones que existen entre los pensamientos, las emociones y el comportamiento. Tiene amplios conocimientos sobre los procesos básicos de los seres humanos, como la motivación, el aprendizaje o la percepción, estos son aspectos imprescindibles para entender el funcionamiento real de una persona.
Además, un psicólogo cuenta con experiencia en el trabajo con personas en procesos de mejora, su labor se rige por un código deontológico, está colegiado y además cuenta con seguro de responsabilidad civil.
Es importante comprender que para dar solución a los conflictos psicológicos, se debe conocer la causa que los origina, y no sólo paliar los síntomas o efectos que producen. Por ejemplo, para tratar a una persona que tiene problemas de autoestima, es necesario conocer la causa que le ha llevado a tener un pobre concepto de sí mismo, en lugar de pretender aumentar el autoestima por diversos métodos. Se debe tener en cuenta el comportamiento de la persona, lo que piensa y lo que siente, establecer una relación correcta entre estos tres factores y el modo adecuado de abordarlos. Logrando así solucionar el conflicto mediante un tratamiento realmente efectivo.
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