Antes de abordar el precio de la cirugía de hemorroides es importante dejar apuntado que la intervención suele ser una decisión tomada como último recurso en el caso de esta enfermedad. En muchas ocasiones, tratar los síntomas mediante farmacología y mejora de los hábitos de vida puede evitarla, si bien no se logra una cura.
Asimismo, si la farmacología y mejora de hábitos no logran controlarlas, existen otras técnicas que no suponen cirugía, como son las inyecciones esclerosantes o la coagulación por infrarrojos. Una vez dicho esto, si el proctólogo o gastroenterólogo aconsejan operar, normalmente en casos avanzados, de estadio 3 y 4, también orientarán al paciente a la hora de determinar qué tipo de técnica le conviene, en función de su caso concreto. Sus características y precio, por otro lado, variarán.
El precio de la cirugía de hemorroides puede no ser un problema para el paciente, en el caso de que se incluya en la Seguridad Social o lo cubra el seguro médico privado del que éste disponga. Sin embargo, en estos casos no siempre se puede elegir el tipo de operación, puesto que no están cubiertas las distintas modalidades.
Las opciones más comunes son el láser o la cirugía convencional, siendo menos invasiva la primera, en cuyo caso el posoperatorio también podría ser menor, así como el precio. El tiempo de convalecencia, por otra parte, también debe considerarse parte del coste económico, sobre todo en términos de lucro cesante para determinados pacientes.
De forma orientativa, podemos afirmar que el precio de una cirugía de hemorroides convencional rondará los 2.000 euros, siendo más cara si se trata de una cirugía con láser, en cuyo caso podría estar en unos 3.000 euros. Un precio en el que debería ir incluidos conceptos de distinto tipo, entre ellos los honorarios de los distintos especialistas (médicos, anestesistas, enfermería), pruebas preoperatorias o, por ejemplo, el uso del quirófano, del material quirúrgico y habitación para el posoperatorio.
Más allá del precio, a la hora de intervenir hay que tener en cuenta distintos factores, que pueden resumirse en una sola palabra: profesionalidad. Y no solo el médico que va a operar sino todo su equipo, además de valorar el estado de las instalaciones en las que se va a realizar la cirugía, así como la importancia de que se cuente con las necesarias máquinas para aplicar la tecnología de que se trate.
En cuanto a la experiencia y destreza, son fundamentales en general, pero sobre todo cuando se trata de aplicar un sistema novedoso, que requiera de una formación específica por parte del cirujano.
Será la formación y su experiencia, junto con su talento natural los que, finalmente, determinarán su habilidad. Es un hecho que las manos del cirujano son decisivas para determinar el resultado de una operación, y en el caso de las hemorroides puede aplicarse esta afirmación, hasta el punto de que s más importante que una determinada técnica.
Sobre todo, no olvidemos pedir varios presupuestos, y tener claro qué conceptos entran, con el fin de no llevarnos sorpresas después, además de consultar opiniones en la red para así poder conocer mejor la satisfacción o insatisfacción de sus pacientes.
Por último, no confiemos en promociones ni mucho menos dudemos en acercarnos al Colegio de Médicos para confirmar que se trata de profesionales colegiados. De otro modo podemos creer que un bajo precio se debe a una oferta por mera política promocional de la clínica, cuando en realidad obedecería a una falta de profesionalidad que puede acabar teniendo consecuencias realmente graves.
Imagen: BruceBlaus en Wikimedia
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