¿Cenar fruta? Algunas personas dicen que consumir frutas en la noche engorda más que hacerlo durante el día, esto ha generado diversas opiniones.
Este es uno de los interrogantes en el mundo de la nutrición que ha provocado mayor controversia. Tomar fruta en la cena siempre se ha puesto en duda, ya que no todo el mundo lo considera adecuado, sobretodo cuando se busca adelgazar.
Es importante tener en cuenta dos claves para valorar esta cuestión. La primera es que la fruta es una parte escencial de una alimentación saludable y equilibrada. La segunda, que lass circunstancias particulares de cada cuerpo, marcan la diferencia.
La fruta es imprescindible en una dieta saludable
Sin duda alguna, el consumo de fruta es muy importante. Aporta muchos beneficios y vitaminas al organismo. La OMS recomienda tomar 5 raciones diarias entre frutas y verduras, que pueden ser repartidas en la jornada como cada uno considere adecuado.
Cada cuerpo tienen unas características propias, algunas personas padecen casos concretos de intolerancia o tienen digestiones difíciles, por eso cada uno sabe en qué momento le será más conveniente consumir fruta.
También hay que tener en cuenta otros factores como la hora de dormir, también si se tienen turnos de trabajo nocturnos, ya que esto produce alteraciones en los ciclos circadianos (ritmo biológico) y las necesidades nutricionales son diferentes.
Consumo energético durante la noche
La fruta tiene las mismas calorías sin importar la hora en la que se tome, por lo tanto, el efecto que produce en el organismo es el mismo.
La cantidad de azúcar que posee la fruta es un factor que debemos tener en cuenta ya que si nos vamos a la cama pronto, y por ejemplo, comemos algunos plátanos antes de dormir, nuestro organismo no tendrá tiempo para consumirlos, ya que el plátano es una de las frutas que más glúcidos contiene.
A última hora del día el metabolismo se ralentiza y la actividad física es inferior al resto del día, por lo que no podremos utilizar esa energía, generándose picos de azúcar en sangre que pueden acabar convirtiéndose en grasa.
Comer de forma equilibrada a lo largo del día
La mejor recomendación es distribuir el consumo de fruta a lo largo del día, introduciendo además en la comidas diarias los tres macronutrientes: hidratos de carbono, proteínas y grasas.
Un buen ejemplo sobre cómo intro introducir fruta en la cena, es tomar una compota de manzana, que resulta fácil de digerir, aunque tampoco supone un problema tomar la pieza enter, dentro de una alimentación equilibrada. Piña, sandía, melón o papaya son excelentes opciones que además son depurativas por la noche.
Es importante huir de los extremos y de las llamadas 'dietas milagro', que se basan en consumir exclusivamente fruta con la falsa promesa de adelagazar en poco tiempo, ya que solo se conseguirá el indeseado efecto rebote.
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