La tendinitis es una patología que pueden tratar distintos profesionales médicos, desde el reumatólogo hasta los fisioterapeutas, traumatólogos o médicos deportivos, pongamos por caso. De forma habitual, a la hora de realizar diagnósticos y aplicar tratamientos pueden actuar de forma conjunta, incluso conformando equipos multidisciplinares.
De lo apuntado se entiende que estamos ante un problema de salud que requiere ante todo de un diagnóstico adecuado y, a partir de él, de un tratamiento personalizado en consonancia con aquel. En términos ideales, por lo tanto, el mejor tratamiento para la tendinitis sería precisamente éste, aquel que derivara de un diagnóstico acertado, en correspondencia con éste.
Aun así, podemos señalar una serie de pautas generales comúnmente aplicadas para tratar la tendinitis, una lesión que suele afectar más frecuentemente a la mano, el dedo, el codo, el hombro, la muñeca o el talón. Entre otras, el reposo o descanso, la ayuda de farmacología, así como la inmovilización, ejercicios de rehabilitación y algunas prácticas que pueden ayudar a reducir la inflamación y el dolor. Asimismo, en algunos casos se recurre a la cirugía.
Descansar o, para ser más precisos, mantener la zona en reposo es un consejo médico típico en casos de tendinitis. No en vano, si evitamos realizar actividades con la parte del organismo afectada podemos evitar que la lesión vaya a más, así como ayudar a que la zona se desinflame y acelerar su curación. De lo contrario, ese agravamiento dificultará una total recuperación en mayor medida.
Por lo tanto, al margen de la posible toma de analgésicos o antiinflamatorios, la eficacia de un tratamiento depende en gran medida de que el paciente deje de hacer actividades diarias que sobrecarguen el área afectada por la tendinitis. Desde llevar peso o correr e incluso caminar hasta, en fin, hacer el deporte, trabajo o sencillamente aquellas actividades en las que intervengan las zonas lesionadas.
El descanso es otro modo de protección del área afectada, probablemente la más importante, si bien los complementos en este sentido pueden ser de gran ayuda para que el periodo de reposo sea más fácil de respetar. Será el especialista o especialistas quienes valoren la conveniencia de aplicar una férula u otros accesorios protectores.
Por otro lado, en general, el tratamiento busca tanto el restablecimiento de los tendones, inflamados por sobrecarga, esfuerzos repetidos o desgaste provocado por la edad, como reducir los síntomas: el dolor y la inflamación. A tal efecto, se pueden aplicar compresas frías, así como aplicar determinadas pomadas, geles o aerosoles.
Igualmente, pueden ser de utilidad los antiinflamatorios orales, como el ibuprofeno, de venta libre, así como paracetamol. Sin olvidar la alimentación, incluyendo los complementos naturales, pues también tienen una importante influencia a la hora de desinflamar y reducir el dolor en el organismo. En este punto, las recomendaciones de un nutricionista serán claves, sobre todo en casos recurrentes.
Los estiramientos y la acupuntura son otras opciones que pueden ayudar, aunque deberán valorarse igualmente de forma personalizada. En el caso de optar por estiramientos en el tratamiento para una tendinitis, éstos se pueden acompañar de masajes dados siempre por un profesional, que también incluirán la musculatura antagonista para así reequilibrarla.
La aplicación de cataplasmas de arcilla o con plantas medicinales es una alternativa que también podría considerarse. Siempre, lógicamente, combinando varias de las opciones terapéuticas, teniendo en cuenta que el reposo es fundamental para una recuperación mejor y más rápida.
La rehabilitación no siempre es necesaria en el tratamiento de tendinitis. De nuevo, la personalización del tratamiento es clave. En todo caso, el rehabilitador y el fisioterapeuta son quiénes deben planificar una rehabilitación que ayude a una completa recuperación. Ya sea para volver a recuperar la funcionalidad de cara a un día a día sin especiales exigencias como, todavía con mayor motivo, en casos de pacientes que realicen sobreesfuerzos en el ámbito laboral o deportivo.
Por último, la intervención quirúrgica puede ser el tratamiento más efectivo en algunas formas de tendinitis e incluso pueden requerir la repetición de la operación si se presentan complicaciones.
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