En qué consiste la psicoterapia?
Una oportunidad para que, de forma activa y responsable, explores los problemas que aparecen en tu vida de la mano de un profesional altamente cualificado para la atención psicológica y el análisis psicoterapéutico del trauma o impactos que han formado tus síntomas actuales.
Para obtener la Acreditación como Psicoterapeuta, no solo hay que estar Licenciado en Psicología, sino que hay que cumplir con un riguroso número de formaciones, terapias personales, supervisiones, profesionales, y donde un comité de psicoterapeutas valora otorgarte dicha acreditación.
Qué tipo de psicoterapia empleo?
Trabajo con un enfoque integrador, esto es, empleando mi formación en diferentes escuelas en función siempre de lo que necesite el paciente: La psicoterapia humanista, que te permite profundizar en tus conflictos personales, poner conciencia en las dificultades y desarrollar tus propios recursos para afrontarlas. La psicoterapia psicodinámica, cuyo enfoque permite al paciente examinar los conflictos no resueltos y los síntomas que se derivan de anteriores relaciones disfuncionales. La terapia cognitivo-conductual, investiga cómo aprendemos, tanto comportamientos deseables como perjudiciales, dando al paciente (preferentemente niños y adolescentes) indicaciones directivas de cómo debe cambiar.
La importancia de la relación terapéutica
Un buen predictor de cambio es la actitud del terapeuta: empática, con coherencia, autenticidad, conciencia y responsabilidad. Esta es la base para que el encuentro interpersonal se convierta en una relación terapéutica.La presencia del terapeuta te proporciona un espacio seguro, en el que puedes poner palabras a lo que te sucede y sentir cómo te afecta.El terapeuta no te dirige con consejos, interpretaciones o pautas de modificación de conducta, sino que te apoya y te acompaña en el proceso que estás viviendo.Te escucha sin juicios ni valoraciones, y profundiza junto a ti en los problemas, respetando tu propio ritmo.Te acompaña en los momentos difíciles, mientras exploras tus emociones, recursos y creencias, y encuentras tu propio significado a lo que te sucede.Te señala lo que forma parte de tu experiencia presente, y que tú, por ti mismo, no eres capaz de ver.Te apoya para que, al poner conciencia en lo que haces y en cómo y para qué lo haces, puedas descubrir aspectos de ti mismo que te mantienen en una situación de sufrimiento, desarrolles tus capacidades personales y encuentres tu propia forma de resolverlo, cambiarlo o aceptarlo.
Y cómo será el proceso terapéutico?
Esta actitud no directiva del terapeuta facilita que el proceso vaya transcurriendo, sin interferencias, por donde tenga que ir, llevándote a tomar contacto con tus auténticas necesidades, que tal vez creías inexistentes o tenías olvidadas.El proceso terapéutico te permite conocerte mejor, ampliar tu capacidad de darte cuenta, e integrar tus experiencias dolorosas.El propósito es que consigas sentir, pensar y actuar de una forma armónica e integrada, relacionarte con autenticidad, crecer como persona, evolucionar hacia el autoapoyo, afrontar los problemas con madurez, y vivir con más conciencia.En definitiva, asumir la responsabilidad de tu propia vida.
Esto supone:
Dejar de repetir los comportamientos que te hacen daño a ti o a los demás.Aceptarte como eres, sin exigirte ser lo que no eres.Empezar a quererte un poco más, para que puedas querer más a los demás.Curar tus heridas y poder mirar al pasado sin rencor.Escuchar los mensajes del cuerpo, cuidarle y tratarle con respeto.Empezar a tomar tus propias decisiones, y dejar atrás los reproches hacia quienes no te enseñaron a hacerlo.Saborear la vida tal y como se presenta, en lugar de dejarla pasar porque no es como a ti te gustaría que fuera.Disfrutar de las relaciones, el conocimiento, la sabiduría, el amor… la vida.Tener la libertad de ser.