"Yo recomendaría acudir a terapia cuando los recursos que tenemos individualmente o como componentes de la pareja, no desarrollan cambios estructurales... aunque a terapia no hay que ir a primeras de cambio, tampoco hace falta esperar a que sea la última oportunidad. Cuanto antes mejor."
Alejandro Moreno Galindo es psicólogo, especializado en terapia de pareja y salud sexual. Se ha formado en counselling, estrés, sexualidad, entre otros. Cuenta con una amplia experiencia en la atención de pacientes en el ámbito de la sanidad pública y privada.
En la terapia de pareja se puedan abordar diferentes problemáticas, como por ejemplo, temas de la sexualidad; como vaginismo (imposibilidad de realizar una penetración), dispareunia (dolor durante la penetración), problemas de erección, eyaculación precoz...
Se pueden trabajar problemas de comunicación dentro la pareja, también temas de infidelidades, también cómo mejorar la relación de pareja, por ejemplo ante situaciones con posibilidades de estrés en la convivencia: la búsqueda de un hijo por métodos de fecundación.
También los celos dentro pareja es importante abordarlo, pues deterioran mucha la relación. Situaciones de maltrato, ya sea para la persona que ejerce el maltrato como para personas que sufren maltrato. Estos entre otros se pueden trabajar dentro terapia de pareja.
Yo recomendaría acudir a terapia cuando los recursos que tenemos individualmente o como componentes de la pareja, no desarrollan cambios estructurales. Por ejemplo, cuando empieza a deteriorarse la relación, comenzamos a vivirlo de una forma muy impactante, la pareja suele tener una conversación sobre la imposibilidad de continuar de esta manera, hablan sobre las causas de este deterioro y plantean en pos del amor que tienen juntos, continuar, pero intentando cambiar. Después de esta conversación sucede lo que se llama un tiempo de “luna de miel”, donde parece que todo está solucionado, pero pasados semanas o meses vuelve otra vez el deterioro. Esto es porque realmente no ha habido un cambio estructural si no una acción-reacción.
Por esto, creo que, aunque a terapia no hay que ir a primeras de cambio, tampoco hace falta esperar a que sea la última oportunidad. Cuanto antes mejor.
Desde luego que si, los celos forman parte muy importante de las razones por las cuales las parejas, o personas individuales acuden a consulta. Tengamos en cuenta que los celos no solamente los sufren la depositaria de estos celos, sino también la persona que siente los celos, sufre mucho.
Los celos más que evitarlos, creo que lo importante sería gestionarlos y, aumentar fundamentalmente la autoestima de la persona. La verdad es que yo no suelo dar consejos en consulta, un consejo es decirle a otra persona lo que yo haría o no, sobre qué debería de hacer, sin embargo, yo creo más bien, que a través de la terapia, la persona o personas, vayan descubriendo y aprendiendo sus propias formas de gestionar los problemas, entre ellos los celos.
Las primeras sesiones de la terapia de pareja son de evaluación, tenemos que conocer a las personas como individuo y como componentes de la pareja. Sin esto, no podemos trabajar, iríamos dando palos de ciego.
Desde luego que son importantes, hay veces que es porque hay problemas concomitantes, es decir, problemas paralelos a los de pareja, y otras veces porque, no nos olvidemos, que una terapia de pareja no deja de ser dos terapias individuales de forma coordinada, y obviamente cada persona tenemos unos ritmos diferentes, por tanto, hay veces, que es importante hacer sesiones individuales para fortalecer el proceso de uno de los componentes de la pareja.
Creo que sí, y es especialmente cuando uno de los componentes de la pareja viene forzado, por ejemplo a través de ultimátum, “o vamos a terapia de pareja o lo dejamos”... A una terapia de pareja tenemos que venir libres, y con cierta voluntad de mejora.
La verdad es que yo no recomiendo a una pareja separarse, creo que el objetivo básico de una terapia pareja, es ofrecer un espacio y unas herramientas para que la propia pareja decida qué hacer con la misma. De nada serviría que yo le dijera que se separasen si ellos, uno, otro, o los dos, no lo quieren hacer. Creo que es más importante que ellos, si al final la opción de separarse es interesante, sean ellos los que se den cuenta. Luego podríamos ayudarles en cómo separarse de una forma saludable, en caso de que lo necesiten.