"Cada pareja que uno tiene es una oportunidad única de aprendizaje sobre uno mismo muy valiosa. E indiscutiblemente el abordaje debe ser sistémico. Bajo una amplia base teórica que sustenta este tipo de intervención, se trabaja con la pareja como sistema humano y no como meros individuos aislados que simplemente se relacionan."
Ana Ruiz Artola es psicóloga, cuenta con un Máster en Terapia Sistémico Constructivista de Parejas y de Familias y un Posgrado de especialización en psicología clínica, por el modelo cognitivo-conductua. También posee formación en Terapia Humanista. Actualmente ejerce en Psygan Moratalaz, centro especializado en atención psicológica.
Durante tus años de experiencia como psicóloga especializada en terapia de parejas. ¿Cuáles son los problemas más comunes que presentan los pacientes en este ámbito?
Los problemas que motivan a las parejas para acudir a terapia pueden ser muchos y variados: falta de comunicación, problemas afectivos, domésticos, sexuales, monotonía, falta de aceptación del otro, celos por parte de alguno de los miembros de la pareja, infidelidad, falta de atención..., que en un gran porcentaje de casos, acaban en interminables discusiones, cada vez más frecuentes e intensas en las que ya no importa el contenido, es decir, el por qué se discute pues el problema no suele ser ese por el que acuden, sino que se trata de algo más de fondo. En muchas ocasiones es la incompatibilidad de lo que cada uno trae de su propia familia de origen.
Entran en una escalada simétrica, a ver quién puede más, y a veces vienen a terapia para que sea el terapeuta el que les corrobore su razón.
Una vez iniciado el proceso suelen darse cuenta de la parte de responsabilidad de cada uno y empiezan a ser capaces de comprender mejor al otro, y es en ese momento cuando se produce el inicio del restablecimiento de la pareja.
En ocasiones deciden romper la pareja pero continúan en terapia para que la separación sea menos traumática para ellos y para sus familiares, especialmente los hijos, cuando los hay.
En tu formación destaca la aplicación de la Terapia Gestalt y la Terapia Sistémica. ¿Estas pueden ser utilizadas en sesiones con parejas?
Bajo mi punto de vista no solo es que puedan ser utilizadas sino que son básicas para el tratamiento de una sintomatología de pareja.
La terapia Gestalt es una terapia vivencial y a través de sus técnicas se puede escenificar el problema. Además muchas veces buscamos parejas, de forma inconsciente, con unas características muy similares aunque a primera vista no sean perceptibles. Así nos vemos repitiendo una y otra vez la misma historia hasta que como se dice en Gestalt, conseguimos cerrarla.
Cada pareja que uno tiene es una oportunidad única de aprendizaje sobre uno mismo muy valiosa. E indiscutiblemente el abordaje debe ser sistémico. Bajo una amplia base teórica que sustenta este tipo de intervención, se trabaja con la pareja como sistema humano y no como meros individuos aislados que simplemente se relacionan. Así logramos adentrarnos en el fondo, en lo importante y no solo en lo relacional, sino en el sentimiento de identidad necesario en todo ser humano que solo se da en los grupos de pertenencia como la pareja.
Aunque en el tratamiento del síntoma a nivel relacional puedan ser muy útiles técnicas cognitivo-conductuales, para mejorar, por ejemplo, la comunicación, la toma de decisiones comunes, la percepción de los acontecimientos externos...
Una de las condiciones que afecta a un gran número de parejas son los trastornos sexuales. Estos pueden ser causados por problemas fisiológicos o cognitivos. ¿En qué medida puede, una terapia psicológica ayudar a superar este trastorno, cuando su origen es fisiológico?
El sexo forma parte de la intimidad de la pareja. Es un elemento más, tan importante como el cariño, la comunicación, el apoyo mutuo, etc. que no hay que descuidar. Hablar con sinceridad de lo que a cada uno le gusta, intentar encontrar momentos especiales en la rutina de la vida diaria, seguir teniendo detalles y manifestaciones de ternura, resulta fundamental para mantener sana la relación íntima.
Los problemas sexuales en la pareja pueden ser un síntoma más de que algo no está funcionando y está afectando a su íntimo. Aunque también puede tratarse de un problema individual de alguno de los miembros. Suelen tener un origen psicológico pero siempre hay que descartar que no se trate de algo físico. Cuando es así, aparte de seguir las indicaciones médicas, es fundamental la aceptación, tanto por parte del afectado como por la de su pareja. Así como la comprensión, empatía y creatividad.
Actualmente las redes sociales están presentes en nuestro día a día. ¿Consideras que la aparición de estas redes y de las aplicaciones de mensajería online ha provocado un aumento de los problemas de pareja derivados de los celos?
Pueden favorecer la infidelidad en la medida de la facilidad que brindan para conocer a nuevas personas e incluso para mantener relaciones online. Y no sólo infidelidad a nivel sexual sino también sentimiento de deslealtad para con el otro miembro de la pareja por el cambio de mirada en la atención que se presta. Y bajo mi opinión es preocupante también, la facilidad que brindan para "espiar" al otro. Comportamiento que a veces llega a convertirse en compulsivo.
Considero que como todo, bien utilizado, es una herramienta magnífica pero también se puede convertir en una barbarie de la intimidad.
La crisis económica de los últimos años ha causado un aumento en el número de desempleados ¿Cómo esta situación puede afectar a las relaciones de pareja?
A veces el problema surge por cualquier circunstancia no relacionada directamente con el ámbito de la pareja como puede ser la pérdida de empleo de uno de los cónyuges, que supondría para éste la pérdida de identidad profesional. Esta situación conlleva una serie de sentimientos como tristeza, rabia, culpa, vergüenza, sentimiento de incapacidad o poca valía, miedo al futuro y consecuentemente pérdida de autoestima...porque éste siente que le arrebatan parte de su vida. Todo esto a nivel personal puede afectar a la relación de pareja como ocurre con los ciclos naturales de la vida por los que todos pasamos (nacimiento de los hijos, adolescencia, nido vacío, enfermedad o muerte de familiares, jubilación...), que pueden dar lugar a crisis sanas y necesarias para que se puedan producir cambios.
Sin embargo la pérdida de empleo no es necesaria en la vida pero sí puede ser utilizada para trabajar algunas áreas de la pareja como el apoyo, el entendimiento, los miedos a la futura situación económica...
Cuando las discusiones en la pareja llegan a afectar a los hijos ¿Es conveniente realizar una terapia familiar en lugar de únicamente tratar a la pareja?
Cuando se acude a terapia y se hace una primera valoración es posible que la terapia indicada sea distinta a la que el paciente ha demandado. A veces se acude por un problema de algún miembro de la familia, como puede ser un hijo adolescente, cuando en realidad lo que existe es un problema de pareja o, si está afectando a todos o varios miembros de la familia, se recomienda terapia familiar para que ésta recupere su capacidad para atravesar por momentos difíciles.
También ocurre a menudo que uno acude a terapia solicitando apoyo individual, cuando en realidad se trata de un problema de pareja y se le reencuadra hacia terapia de pareja.