Los acúfenos, también conocidos como tinnitus se caracterizan porque quién los padece, tiene la percepción de que nota sonidos, ruidos o golpes en el oído, sin que exista un elemento externo que lo provoque. Su origen puede ser diverso, desde factores traumáticos, pasando por situaciones de estrés, o exposición continuada a ruidos. Afectan a un 10-15% de la población, de cualquier edad, aunque por lo general no son molestos, y no requieren de tratamiento por parte del otorrino. Si ya suponen alteraciones en el sueño, en la concentración o en la cotidianiedad, es necesiaro acudir al especialista, para descartar problemas más graves y para que se ponga un tratamiento.
Los acúfenes se producen porque vibran los tejidos alrededor del oído, pero sin que exista vibración coclear. Entre sus causas nos encontramos:
Se puede realizar algún tratamiento para reducir el impacto de los ruidos, una vez que se hayan descartado otras causas que deban ser tratada directamente. No existe tratamiento farmacológico, pero en estos momentos se está utilizando la Terapia de Reentrenamiento o Habituación, utilizada para mejorar los síntomas, reduciendo las molestias de los acúfenos, hasta casi hacerlos imperceptibles, devolviendo el bienestar y calidad de vida al paciente. Los pasos de esta terapia son:
Padecer de acúfenos o tinnitus es enfrentarse a una sintomatología donde la molestia principal es la percepción de sonidos que no existen en el entorno como zumbidos. Son múltiples los mecanismos que pueden producirlos en la vía nerviosa auditiva del oído, incluidas las proyecciones nerviosas auditivas cerebrales por lo que en ciertos pacientes está relacionado con un diagnóstico de hipoacusia, lesión en el oído medio o una enfermedad otológica.
El sonido puede variar en localización produciéndose en un oído, en los dos o incluso a sentirlo en la cabeza con cierta presión. Que se presente de forma severa depende de que se establezcan conexiones nerviosas fuera del sistema auditivo generándose mecanismos cerebrales reflejos que activan centros cerebrales nerviosos que pueden producir angustia y estrés. De hecho recientemente el otorrinolaringólogo de Badalona, doctor Josep de Haro ha afirmado que las personas con síntomas de acúfenos suelen padecer un miedo paralizante a que la molestia no desaparezca nunca o a no ser capaz de manejarla.
Muchos de estos pacientes se sienten diferentes y no comprendidos por el entorno social por lo que la APAT y los laboratorios Salvat están organizando una campaña con el nombre “No te quedes fuera del juego” para dar a conocer los problemas que suponen los acúfenos o tinnitus y su afrontamiento terapéutico. Se entregarán folletos en farmacias, consultas médicas y redes sociales. La realidad es que el porcentaje de esta población que se siente aislada es casi un 30% ya que muchos lo viven en silencio, con un nivel leve de acúfenos que acaban adaptando a su vida consiguiendo que no sea algo principal.
Como parte del tratamiento la psicología te puede ayudar a ganar una perspectiva donde el foco no sea 100% el síntoma, entrenamiento en relajación, afrontamiento de los pensamientos angustiantes y cambio de rutinas, ya que muchas veces la persona ve alterada su ritmo de sueño y su vida social.
Tinnitus por ansiedad y estrés: cómo eliminarlo
El tinnitus, también conocido como acúfeno, es la percepción de un sonido en los oídos o la cabeza (zumbido, pitido, silbido u otro tipo más...
Lourido y Prado. Otorrinolaringología integrativa.
05/dic/2023
Pérdida de audición prematura en los jóvenes
Un nuevo estudio alerta de la pérdida de audición en los jóvenes a consecuencia del uso de auriculares o de estar en lugares donde la música está demasiado alta.
El estudio de la Universidad de Sao Paulo (Brasil) ha detectado, sobre todo, un aumento de casos de acúfenos o tinnitus por estas causas, lo que puede adelantar la aparición de problemas de pérdida de audición que suelen asociarse a la edad.
Según concluyen en un artículo publicado en la revista Scientific Reports, este trastorno, crónico en personas de avanzada edad y que se manifiesta como un fuerte zumbido en los oídos, puede conducir fácilmente a la pérdida de audición entre los jóvenes.
Los investigadores también advierten de la temprana edad de los afectados, entre los que se incluyen también niños y adolescentes. Con el agravante de que a diferencia de las personas mayores no se preocupan ni quejan de los síntomas, favoreciendo su cronificación.
Cuanto más continúen exponiéndose a niveles muy altos de ruido más probabilidades tendrán de perder audición, apuntan. De seguir así será "probable que sufran pérdidas de audición a los 30 o 40 años", concluye Tanit Ganz Sánchez, investigador del estudio.
14 de julio de 2016