Blefaroplastia

La blefaroplastia o cirugía de los párpados, tiene por objeto la corrección de los aspectos poco estéticos que en el párpados aparecen con el paso del tiempo, como pueden ser las "bolsas" que se forman en los párpados inferiores, la piel descolgada en los párpados superiores o los surcos en las ojeras. 

El paso del tiempo pasa factura a nuestra piel. A medida que envejecemos perdemos la elasticidad y la fuerza muscular, y también podemos sufrir un deterioro en el área de los párpados.

Entre otros problemas, son habituales los acúmulos de grasa en el párpado inferior y superior, lo que contribuye a aumentar la apariencia de envejecimiento e incluso puede dificultar la vista, ya que impide la apertura completa de los ojos.

Ante estas situaciones, la blefaroplastia puede ser de gran ayuda como cirugía ocular que permite eliminar el exceso de piel y grasa de la zona, eliminando el efecto de párpado caído.

¿Intervención convencional de blefaroplastia o con láser?

La blefaroplastia es una operación que normalmente requiere anestesia general, si bien admite la anestesia local con sedación intravenosa, una decisión que deberá valorar el cirujano estético. Por ejemplo, la anestesia general se aplica, por ejemplo, cuando la blefaroplastia se integra en otra intervención como el lifting facial.

La cirugía convencional, de forma individual suele durar hora y media, y tras ella, se aplicará una pomada y suero fisiológico, que reducen la inflamación y las molestias. La incorporación a la vida cotidiana se producirá a los 12 días, ya que antes es normal tener cardenales y el párpado hinchado.

Se puede realizar también aplicando el novedoso láser de CO2, que permite la intervención en las condiciones más seguras y resulta menos invasivo. Aun así, será el especialista quien determine la conveniencia de una u otra modalidad, pues no siempre resulta ventajosa.

Blefaroplastia sin cirugía

Obtener los mismos resultados de la biefaroplastia sin que medie la cirugía no es posible, si bien los avances en medicina estética permiten realizar tratamientos que nos acercan a ellos.

Será el experto quien evalúe cada caso para así aconsejar la cirugía o estas novedosas técnicas, basadas en inyecciones de distintas sustancias de propiedades reafirmantes o que aporten volumen, como el colágeno y el ácido hialurónico.

Inconveniente de la blefaroplastia sin cirugía

Como inconveniente, es importante considerar que estos métodos alternativos no están recomendados para pacientes que sufren casos graves. Por lo general, se aplican en casos de envejecimiento prematuro o simplemente se optar por ella cuando evitar la cirugía constituye una prioridad, ya sea por su menor precio o por resultar menos invasiva.

Ventajas de la blefaroplastia sin cirugía

Como ventaja, además de resultar más económico evitan pasar por quirófano y los resultados no dejan de ser interesantes, con lo que también pueden ayudarnos a rejuvenecer la mirada.

Sin recurrir a la cirugía es posible obtener un buen tratamiento para casos incipientes que requieran eliminar la grasa en las bolsas que se están formando o rellenar en los surcos inferiores de los ojos. En estos casos, no se sufre el postoperatorio de la cirugía, pero los resultados no son tan radicales ni duraderos, si bien se puede repetir el tratamiento pasados unos meses.

El antes y después de la blefaroplastia

La cirugía no suele durar más de hora y media, y tras ella debe reducirse la inflamación y las molestias mediante la aplicación de una pomada y suero fisiológico. Aun así, durante alrededor de dos semanas es normal que el párpado permanezca hinchado y haya cardenales.

Algunos de los inconvenientes inmediatos de la intervención es la dificultad para enfocar normalmente, que irá desapareciendo, la conjuntivitis, hematomas, etc. que deberán consultarse con el especialista.

La incorporación a la vida cotidiana se producirá a los 12 días, ya que antes es normal tener cardenales y el párpado hinchado. Una vez transcurrido este periodo postoperatorio, el paciente puede incorporarse a la vida cotidiana.

La cicatriz es prácticamente imperceptible, pues las incisiones se realizan en las zonas de arrugas natural ya con dicho fin. Una buena manera de entender hasta qué punto se trata de una cicatriz casi invisible es resolver nuestras dudas con el cirujano.

También nos será de gran ayuda ver imágenes del antes y del después, así como leer opiniones de pacientes que se hayan sometido a una biefaroplastia. Al margen de las negativas o no del todo satisfactorias que podamos encontrar, se considera una intervención segura, que ofrece resultados satisfactorios.

Mejora de la autoestima y mayor satisfacción tras la blefaroplastia

El resultado será una mirada y un rostro más hermosos, así como una mejor imagen y autoestima reforzada. Dejaremos atrás aquella mirada apagada, afeada por ojeras y bolsas, al tiempo que podremos mejorar aspectos de salud que pudieran venir aparejados.

Por lo general, se trata de una operación que se logra una satisfacción muy alta. Sin embargo, no hemos de olvidar que por muy satisfactorio que sea el resultado, que una mejoría sea duradera no impedirá que el paso del tiempo seguirá dejando huella.

¿Cuál es su precio de la blefaroplastia?

Existe una gran diferencia entre la blefaroplastia con y sin cirugía. Mientras ésta consiste en pequeñas inyecciones de precio reducido, que pueden rondar los 200 o 300 euros, la blefaroplastia convencional dispara ese precio multiplicándolo. Es lógico, por otra parte, pues la cirugía exige a un cirujano especialista, quirófano, anestesista, y el equipo médico necesario, además de una posible hospitalización.

De forma orientativa, una blefaroplastia superior puede estar entre los 2000 y los 4000 euros, oscilando entre los 2000 y los 5000 cuando se trata de una blefaroplastia inferior, ya que esta última precisa de mayor paciencia.

Por último, si es completa, es decir, se intervienen los 4 párpados, rondaría los 6000 euros, con lo que resulta más económico que realizar varias operaciones por separado. De todos modos, hemos de comparar precios no sólo en función de lo que comprenda, sino también considerando que se trate de una intervención láser o convencional.