Cefaleas

Las cefaleas se refieren a dolores en cualquier lugar de la cabeza, que también pueden afectar a las estructuras que unen la cavidad con la base del cráneo o a los vasos sanguíneos y músculos que rodean la cara, el cuero cabelludo y el cuello. Comúnmente la cefalea se asocia con dolor de cabeza, siendo la migraña, un tipo de cefalea que se caracteriza por un dolor pulsátil o de tipo latido. 

Causas 

Entre los factores desencadenantes de la cefalea nos encontramos:

• Factores hereditarios: Es frecuente que una persona que sufre cefaleas tenga hermanos o padres, que también la padecen.
• Estrés: La presencia de cualquier tipo de estrés puede desencadenar cefaleas.
• Alimentos, que contienen glutamato monosódico o tiramina, como el cacao, el plátano, el chocolate, frutos secos, picantes, etc. pueden propiciar la aparición de las mismas
• Alcohol o vinos tintos con taninos 
• En las mujeres, los cambios hormonales producidos durante la menstruación, la ovulación, o si toman anticonceptivos, pueden potenciar las cefaleas. Durante la menopausia o en el embarazo es frecuente que se mejore
• Falta de horas de sueño o exceso de las mismas. 
• Ingesta de determinado tipo de medicamentos, como son los nitritos, vasodilatadores, etc

Tipos de cefaleas y su diagnóstico

Las cefaleas pueden ser primarias, cuando tienen con único síntoma el dolor de cabeza y no son resultado de otras patologías; o secundarias, si se derivan de otra enfermedad.

Entre las cefaleas primarias destacan:

• Migraña: Tiene un carácter pulsátil, y se puede acompañar de vómitos y se localiza sólo en un lugar de la cabeza.
• Cefalea de tensión: Es la que se presenta con mayor frecuencia, afectando a toda la cabeza, teniendo como origen más frecuente el estrés o una contractura muscular. Mejora si la persona se relaja o realiza ejercicio físico. 
• Cefalea en racimos: Es un dolor de cabeza muy intenso, que aparece varias días, a la misma hora y en períodos concretos del año. Se puede acompañar de congestión en la nariz, lagrimeo, etc
• Otras son las que se asocian a la actividad sexual, al ejercio físico excesivo, las hípnicas, que sólo aparecen durante el sueño

Las cefaleas secundarias, se pueden derivar de traumatismos craneoencefálicos, problemas psiquiátricos, accidentes cerebro vasculares, abuso de drogas o abstinencia de las mismas, trastornos del cráneo, otitis, cefaleas derivadas de causas vasculares, entre otras.

El neurólogo para diagnosticarlas realizará una historia clínica detallada del paciente, determinando carácter del dolor, antecedentes familiares, lugar dónde aparece, qué lo reduce, síntomas asociados, como por ejemplo, vómitos, alteraciones de visión, etc.

Tratamiento

El origen y el tipo de cefalea determinará su tratamiento. En el caso de cefaleas comunes, se pueden tratar con medicamentos analgésicos o antiinflamatorios, como el paracetamol, ibuprofeno, aspirina, etc. sin abusar de ellos, ya que también tienen contraindicaciones. 

Existen mecanismos preventivos como llevar una dieta saludable, evitando alcohol y tabaco, utilizar técnicas de relajación, tener horarios regulares para dormir, y en definitiva llevar una vida y nutrición equilibradas.