La cirugía de cadera es una operación quirúrgica que se realiza ante una fractura de cadera, con el objetivo de que se repare la parte superior del fémur, o hueso del muslo, que a su vez forma parte de la articulación coxofemoral. Esta operación es necesaria, ya que si no se realiza condena a la persona a estar en una silla o en la cama, con los consiguientes problemas mortales que puede conllevar.
La anestesia para realizar este tipo de intervención, puede ser general, que supone una total inconsciencia o raquídea, en cuyo caso, se anestesia de cintura para abajo solamente.
El tipo de intervención varía según la rotura, que puede ser:
También se puede realizar una hemiartroplastia o artroplastia parcial de cadera, cuando se piensa que ninguna de los dos procedimientos funcionará y que lo que hace es reemplazar la cabeza de la articulación coxofemoral.
La cirugía de cadera puede conllevar algunos riesgos como son:
La permanencia en el hospital tras la operación puede ser de 3 a 5 días y la recuperación desde 2 a 3 meses, hasta un año. Se recomienda caminar lo antes posible, tras la cirugía, ya que de la inactividad se pueden derivar problemas de salud posteriores. El alta se producirá cuando ya pueda caminar con muletas o con un andador; cuando se puedan hacer los ejercicios de fortalecimiento de pierna y cadera de forma adecuada y cuando la casa esté acondicionada para recibir al convaleciente.
5 consejos tras una fractura de cadera
La fractura de cadera es una lesión grave, las complicaciones que aparecen a partir de esta pueden poner el riesgo la vida del paciente.
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28/nov/2024