Endoscopia
La endoscopia, como prueba diagnóstica, es una técncia de exploración que consiste en introducir una pequeña cámara dentro de ciertos órganos. Básicamente, podemos afirmar que la endoscopia es el ojo de nuestro médico, gracias a la cual es posible acceder al interior de nuestro organismo de forma poco invasiva para detectar una posible anomalía o realizar un tratamiento.
Salvo casos en los que está contraindicada, se trata, por lo tanto, de una tecnología ventajosa a la hora de brindar una herramienta de precisión para los médicos, así como distintos beneficios para los pacientes. Sobre todo, gracias a la evolución tecnológica, que ha mejorado los equipos a nivel de eficacia y miniaturización.
No en vano, la endoscopia ha supuesto un gran avance tanto en diagnosis y tratamiento como, particularmente, también en cirugía.
Qué es una endoscopia
Como hemos apuntado, la endoscopia es una técnica de exploración médica que consiste en la introducción de una cámara o lente dentro de un endoscopio. Se realiza a través de un orificio natural o lesión. Igualmente, como alternativa, realizando una incisión (endoscopia quirúrgica) para examinar una determinada cavidad corporal, sea un órgano hueco o cualquier otra.
En lo que respecta a los órganos huecos, éstos pueden ser desde un conducto o cavidad natural, como la cavidad abdominal o el sistema digestivo en general, hasta, por ejemplo, el sistema urinario, los bronquios o el sistema genital femenino.
Todos ellos son accesibles a través de canales u orificios naturales, y gracias a la endoscopia es posible visualizarlos para su examen. Para ello, se utiliza el endoscopio, compuesto por una sonda o tubo flexible que incluye un sistema óptico (cámara y luz) que facilita su introducción en el cuerpo.
¿Cómo se hace una endoscopia?
La exploración se suele realizar en un centro hospitalario o clínica, generalmente mediante de forma ambulatoria, con la introducción de la sonda endoscópica para alcanzar el área prevista. El objetivo es poder ver el interior del cuerpo, trasmitiendo finalmente la imagen en un monitor.
En ocasiones, requiere sedación local o general, dependiendo de distintos factores, como el órgano y el método o procedimiento implementados. A su vez, el paciente ha de seguir una serie de pautas previas para su preparación, que variarán en función de cada caso, como ayunar horas antes, tomar preparaciones o, pongamos por caso, cambiar la rutina de medicamentos.
La duración de la endoscopia, por último, puede variar y, dependiendo también del tipo de que se trate y paciente, requerir de unos pocos minutos a alrededor de media hora. El hecho de llevar a cabo un procedimiento terapéutico o, entre otros motivos, los hallazgos que se encuentren durante la prueba, pueden prolongarla.
En todo caso, no es una prueba dolorosa, aunque a algunos pacientes pueda resultar algo molesta o incómoda en algunos momentos. Una vez realizada, pueden surgir algunas molestias de poca importancia.
Tipos de endoscopia
El uso de la endoscopia se ha ampliado de forma importante. Si bien en un principio se utilizaba sobre todo para el esófago, el estómago y el colon, hoy permite tratar y diagnosticar enfermedades de muy diferente tipo, por ejemplo, las relativas al corazón, las articulaciones, el aparato genital, la nariz, la garganta, el oído, el tracto urinario, el abdomen o las articulaciones.
Abordar los tipos de endoscopia más frecuentes requiere, por un lado, mencionar distintos tipos de procedimientos y sus respectivos instrumentos, cuyo uso se aplica a la exploración de diferentes áreas u órganos. Igualmente, en función de los mismos se llega al órgano diana introduciendo el instrumento a través de diferentes orificios del cuerpo, o realizando una pequeña abertura quirúrgica, tal y como señalamos.
A continuación, veremos tres tipos de endoscopias comunes, señalando estos aspectos para así ilustrar lo anteriormente apuntado. Daremos un breve y sencillo repaso a la endoscopia ginecológica, digestiva y gástrica.
Endoscopia ginecológica
La endoscopia ginecológica ayuda a diagnosticar desórdenes o patologías de esta parte de la anatomía de la mujer. Entre otras condiciones médicas, causas de pólipos en el endometrio, de infertilidad o, por ejemplo, de pequeñas hemorragias vaginales.
La colposcopia es uno de los procedimientos utilizados, concretamente mediante el uso de un instrumento denominado colposcopio, con el que se explora la vagina y el cuello uterino. En este caso, se introduce un espéculo en la vagina, mientras el colposcopio se coloca al comienzo de la misma, sin llegar a introducirse.
La cistoscopia, por su parte, es el nombre del procedimiento utilizado para examinar el interior de la vejiga y la uretra a través de un cistoscopio, introducido a través de la uretra.
Endoscopia digestiva
La endoscopia digestiva se sirve del endoscopio para visualizar y, en ocasiones, también tratar enfermedades del tubo digestivo gastrointestinal.
Como su propio nombre indica, la colonoscopia, por su parte, se utiliza para detectar anomalías en el interior del colon o intestino grueso y su duración ronda la media hora. Para su realización se emplea el colonoscopio que, introducido a través del ano, permite la exploración de todo el colon e intestino grueso.
Endoscopia gástrica, ¿es lo mismo endoscopia y gastroscopia?
Si nos preguntamos si es lo mismo endoscopia y gastroscopia, la respuesta es sencilla, puesto que ésta, también conocida como fibroscopia gástrica, es un tipo de endoscopia. Se utiliza para explorar el aparato digestivo (intestino delgado, el esófago y estómago). Suele realizarse bajo anestesia local, de forma rápida.
A diferencia de otras endoscopias, como la colonoscopia, es muy rápida, pues el examen suele durar unos cinco minutos. En este caso, se introduce a través de la boca y faringe el endoscopio, de aproximadamente un metro de largo y un centímetro de diámetro. De hallarse una lesión, se suele tomar una muestra de la mucosa digestiva o tratarla directamente mediante un láser o bisturí eléctrico, sobre todo cuando ésta es muy pequeña.
Imagen: Fæ en Wikimedia