La ganancia de peso o aumento de peso hace referencia a un aumento de la grasa o tejido adiposo corporal, puede tener un carácter involuntario, si no se está bebiendo o comiendo más o voluntario, cuando ocurre lo contrario. La ganancia de peso se puede producir porque se retiene más agua en el organismo, que puede a su vez estar relacionado con algunas patologías como la insuficiencia hepática, renal o la cardiaca, o el propio embarazo; porque se aumenta el músculo, que ocurre fundamentalmente en deportistas; porque aumenta la masa grasa, es decir, la energía que queda como reserva en nuestro organismo, que resulta de la diferencia entre lo que comemos y bebemos y las calorías que gastamos.
El envejecimiento da lugar a una reducción del metabolismo y como consecuencia de ello es necesario cuidar más la alimentación, hacer más ejercicio y no comer tanto. En caso contrario se puede ganar peso.
La ingesta de determinados fármacos puede conllevar ganancia de peso:
Situaciones en las que se produce un cambio hormonal, también determinan una ganancia de peso involuntaria:
La retención de líquidos en los tejidos, que se produce por ejemplo durante la menstruación, pero también en las insuficiencias renales o hepáticas.
Si la ganancia de peso lleva asociada:
En todos los casos anteriores habrá que contactar con el nutricionista, para que este realice un análisis físico, un Cálculo del Índice de Masa Corporal, un historial con preguntas al paciente, análisis de sangre y hormonales, que permitirán determinar cual es la dieta más idónea para el paciente, así como qué actividad física se recomienda.
Si se detecta que el incremento de peso puede ir asociado a depresión, estrés, etc. puede ser necesario recurrir al psicólogo. Y si se deriva de otra enfermedad, el tratamiento de la misma será fundamental, para controlar la ganancia de peso.