La hernia de hiato es un desplazamiento de la válvula de cierre del estómago, llamado cardias, por encima de su posición anatómica habitual. Esto provoca una disminución de la presión valvular que hace que el contenido del estómago vaya hacia arriba y llegue al esófago, provocando lo que se conoce como reflujo gastroesofágico.
Es uno de los problemas digestivos más frecuentes, ya que el equilibrio que mantienen hiato y cardias se puede perder fácilmente. Esto puede venir dado por condiciones del paciente o por hábitos de vida como el sobrepeso, el exceso de comidas grasas, el consumo de alcohol o tabaco, que pueden llegar a debilitar la musculatura del cardias u ocasionar que pierda su posición con respecto al hiato.
La hernia de hiato no da síntomas y puede diagnosticarse de forma casual durante una prueba diagnóstica como la endoscopia pero normalmente da sensación de ardor (pirosis) o de reflujo en el paciente, que puede resultar molesto y empeorar su calidad de vida. Por eso se recomiendan cambios en la dieta o en los hábitos para tratar de disminuir los síntomas provocados por esta condición.
Identificado el origen de la hernia diafragmática congénita
Un grupo de investigadores de la Universidad de Málaga ha descubiertoi cómo el gen Wt1, el gen supresor del tumor de Wilms, podría estar potencialmente implicado en la generación de la hernia diafragmática congénita.
Así lo han asegurado en un comunicado, en el que también han analizado la prevalencia de esta malformación, que afecta a uno de cada 3.000 recién nacidos y tiene una mortalidad en torno al 50 por ciento. El estudio será publicado próximamente en la revista 'eLife', "aportando novedades sobre el origen de esta enfermedad", según sus investigadores.
El gen Wt1 es necesario para generar el sustrato celular que permite el cierre de la cavidad pulmonar, y cómo el ácido retinoico, un derivado metabólico de la vitamina A, participa de manera decisiva en este proceso.
Los científicos suprimieron este gen en un dominio del embrión de ratón que participa en la formación del diafragma. Los embriones mostraron así un error en su formación y una atrofia pulmonar casi siempre en el lado izquierdo, un dato con mucha importancia, ya que el 85 por ciento de la hernia diafragmática congénita humana se produce en este lado.