Insuficiencia renal

La insuficiencia renal es una enfermedad renal, tratada por los nefrólogos, que se caracteriza porque los riñones no funcionan de forma adecuada, al no poder filtrar las toxinas. La investigación científica todavía no ha avanzado lo suficiente para saber cuáles son los factores determinantes del fallo renal.

Existen dos tipos de insuficiencia renal, la insuficiencia renal crónica y la insuficiencia renal agua.

La insuficiencia renal aguda, es una pérdida o bajada repentina de las funciones de los riñones, que se produce de forma brusca y puede tener diferentes orígenes:

- Haber sufrido un accidente

- El haber padecido algún problema, como deshidratación, sepsis, el shock, politraumatismo, etc

- Por padecer una enfermedad renal, como la glomerulonefritis aguda

- Por sustancias tóxicas o determinados medicamentos

Los efectos de la insuficiencia renal agua son que se produce menos orina, hay desequilibrios de los fluídos corporales y agua. El diagnóstico adecuado es fundamental para determinar el tratamiento, pudiendo llegar a precisarse diálisis durante un periodo de tiempo.

La insuficiencia renal crónica, se produce porque se deterioran de forma sostenida en el tiempo las funciones depurativas, endocrinas y metabólicas que tienen los riñones. Las causas más frecuentes son la diabetes, la hipertensión arterial, pero se puede producir también por obstrucción en las vías urinarias debidas a tumores o cálculos.

Los primeros síntomas de una insuficiencia renal son la palidez, cansancio, piel seca y picores, párpados hinchados, inapetencia, disminución y alteraciones en la orina, calambres en los músculos, etc. Los síntomas no son tan evidentes en sus primeras fases, por lo que cuando se detecta, porque el paciente ya "se siente mal", en la mayoría de casos se precisa recurrir ya a la diálisis o terapia de reemplazo o sustitución renal. El trasplante renal, siempre que exista un donante adecuada, es otra de las opciones.