La terapia cognitiva surge a partir de los años 50´s a partir de estudios científicos específicos sobre el procesamiento humano de la información a nivel cerebral. En la actualidad la conocemos porque viene equiparada a la terapia conductual en todas aquellas escuelas que se hacen llamar psicólogos cognitivo-conductuales.
El enfoque cognitivo clásico se basa en que teniendo en cuenta la secuencia de pensamiento del individuo podemos explicar la conducta del mismo. Se tienen en cuenta los procesos mentales de dar significado a la realidad y a la creación de reglas personales.
Como en todas las escuelas psicólogicas dentro de la psicología cognitiva existen diferentes formatos de terapia una de las más conocida es la terapia de Beck, muy conocido a parte de por su parte teórica por la utilización de su inventario para la depresión. Aaron Beck se centró en el estudio de los pensamientos automáticos y las distorsiones cognitivas. Otro de los psicólogos asociados a la terapia cognitiva es Albert Ellis que se centró principalmente en el conjunto de lo que llamó ideas irracionales utilizando para desmontarlas la terapéutica del diálogo entre psicólogo y paciente.
Es reconocido fehacientemente que muchos de los síntomas que presentamos los seres humanos cuando no nos encontramos bien pueden explicarse a través de los procesos cognitivos como la ansiedad, las fobias, el estrés o la depresión.
Algunas de las técnicas utilizadas de la terapia cognitiva son las siguientes: