Los trastornos del movimiento, son alteraciones de tipo neurológico que se caracterizan por un enlentecimiento de los movimientos, por un movimiento excesivo o por movimientos incontrolados o anormales, también denominado discinesia. Su tratamiento es complejo y deberá realizarse por un neurólogo de forma individualizada para cada paciente.
Trastornos hipocinéticos, que se caracterizan por movimientos lentos y tienen como principal representante el Parkinson, que se asocia con rigidez, pérdida de reflejos y temblor de reposo, y cuyo origen se desconoce, aunque se asocia con factores de tipo ambiental y genético. También pueden existir otro tipo de trastornos con efectos similares, que no son Parkinson; se trata de los parkinsonismos secundarios.
Trastornos hipercinéticos, caracterizados por movimientos rápidos o sin control, dentro de los que se encuentran:
El tratamiento, como se ha indicado previamente es bastante complejo y requiere de un seguimiento individual y personalizado por parte del neurólogo.
En el caso del Parkinson habrá un tratamiento farmacológico, para estos trastornos, que complemente el tratamiento de la patología en sí misma. Si los trastornos son muy graves, puede ser necesaria una cirugía de tipo funcional.
Para tratar temblor esencial, también se utilizará tratamiento con medicamentos.
La toxina botulínica puede ser de gran eficacia para tratar el hemiespasmo facial y las distonías, pero deberá ser aplicada por un neurólogo experimentado.
Los tics se aborarán desde la patología que tienen asociada, por parte de los psiquiatras.
Los trastornos del movimiento suelen estar dentro de todo un conjunto de síntomas neurológicos complejos, en la mayoría de los casos.