Tratamiento del dolor
El dolor se percibe de forma individual, incluyendo una experiencia emocional, sensorial y social, no agradable, que se asocia a un daño potencial o real. Se puede diferenciar entre dolor agudo, que es el que responde a una causa concreta, por ejemplo una cirugía, su duración es determinada y se puede resolver cuando desaparece la causa; el dolor crónico, dura más de seis meses, incluso posteriormente a que se haya eliminado la causa, y puede estar unido a una enfermedad oncológica o una hernia de hiato, por ejemplo.
El tratamiento del dolor agudo se puede realizar mediante la administración de fármacos o analgesia controlada por el especialista.
Los dolores crónicos objeto de tratamiento son el dolor cervical, neuralgia facial, lesiones medulares o neurológicas, fibromialgia, dolor pélvico, lumbar o dorsal, dolor sufrido por pacientes con artrosis o artritis u otros problemas reumáticos, etc. Su tratamiento es propio de los neurólogos, junto con los especialistas en anestesiología.
El dolor crónico puede provocar a su vez unos efectos secundarios como son fatiga e insomnio, mal humor, trastorno de memoria, aislamiento social, problemas para trabajar o en la familia, con la pareja, etc. Derivado de ello, el tratamiento del dolor crónico implica una estrategia terapéutica multidisciplinar, donde se incluyan los aspectos físicos, psíquicos y farmacológicos. Los anestesiólogos y neurólogos trabajan de forma individual y personalizada con cada paciente, pudiendo utilizar, dependiendo del caso diferentes técnicas:
- Infiltraciones, por ejemplo, para el alivio del dolor que se deriva de la hernia lumbar. Se realizarán en puntos óseos, articulaciones, músculos.
- Tratamientos epidurales
- Bloqueos de plexos nerviosos, ganglios y nervios periféricos
- Tratamiento farmacológico con antiinflamatorios, antidepresivos, anestésicos, etc.
El tratamiento del dolor, también se puede realizar mediante terapias alternativas, en concreto, mediante la acupuntura, que deriva de la Medicina Tradicional China, y complemente a la medicina convencional, para aliviar entre otros, el dolor de cabeza, dolor de espalda, síndrome del tunel carpiano, artritis reumatoide, fibromialgia, osteoartritis.
