Los problemas capilares resultan habituales, pero rara vez son diagnosticados y tratados de forma profesional. Sin embargo, hay una ciencia que se dedica exclusivamente al estudio de todas estas cuestiones para encontrar soluciones adecuadas.

De igual manera que el dermatólogo se ocupa de problemas de la piel, el tricólogo lo hace con las anomalías asociadas al sistema piloso. Al margen, por otra parte, de que algunas de ellas estén más o menos relacionadas con la misma dermatología.

Y es que, de cierto modo, un tricólogo puede definirse como un dermatólogo especializado en este área, bien sea por práctica clínica como por contar con una titulación específica.

A su vez, la tricología puede exigir un enfoque multidisciplinar, en función de cada caso. No en vano, son muchas las afecciones que suponen una amenaza para la salud del cabello, así como los trastornos asociados. Entre otras, un pelo débil o frágil, la alopecia, la caspa, la calvicie, psoriasis, cuero cabelludo seco, graso o eczema, pongamos por caso.

Qué es la tricología

¿Pero, cómo podemos definir la tricología? Para dar una definición breve y sencilla, diremos que la ciencia que estudia el cabello y el pelo se conoce con el nombre de tricología. Igualmente, si nos preguntamos qué es un tricólogo será fácil concluir que se trata del profesional especializado en la salud capilar.

Si acudimos a sus orígenes entenderemos más fácilmente el significado de este término. En concreto, la palabra tiene un origen etimológico que hace luz sobre ello. Por un lado, la palabra "tricho" significa cabello y, junto con el término "logia", que alude al estudio de una determinada disciplina, tenemos el término completo.

En suma, la tricología es la ciencia que permite identificar y tratar afecciones ocasionadas por el cabello y, de forma general, al sistema piloso.

Para qué sirve la tricología

Como ocurre con otras disciplinas médicas, la tricología no permite curar muchos de los problemas de salud relacionados con su especialidad, en particular cuando se deben a problemas hereditarios. Así pues, una adecuada atención profesional permitirá mejorar y tratar muchas condiciones médicas asociadas con patologías o trastornos capilares.

En la consulta, el tricólogo estudiará cada caso de forma pormenorizada. Entre otras cuestiones, se interesará en conocer mejor la salud del paciente. Es decir, dese posibles enfermedades sufridas o actuales hasta, por ejemplo, sus hábitos alimenticios y otros aspectos relacionados con el estilo de vida.

El estudio se plasmará en la realización de una historia clínica, para cuya elaboración pueden ser necesarias una serie de pruebas, como análisis de sangre, estudios hormonales o cualquier otra que se estime necesaria.

En este punto es importante señalar que cada paciente exige un examen distinto y de su enfoque dependerá, en gran medida, la calidad del diagnóstico y el éxito de su respectivo tratamiento.

Por otra parte, se procederá al examen del cabello y cuero cabelludo, buscando u observando las anomalías detectadas por el paciente. Al tiempo, es posible llevar a cabo un tratamiento de tipo preventivo para evitar un problema o eventuales recidivas.

El objetivo, lógicamente, es identificar tanto las causas de los problemas capilares, del cuero cabelludo y del cabello en sí, como realizar un diagnóstico con el fin de ayudar a resolverlos.

La alopecia, una consulta habitual

La prevención y tratamiento de la alopecia es una de las consultas más comunes de la tricología. diagnóstico y terapéutico enfocado a cada caso en particular.

En estos casos, realizar un diagnóstico de alopecia preciso y a tiempo es clave para que el tratamiento sea eficaz. fundamental para un tratamiento eficaz de la calvicie. A través de la tricología se puede encontrar una solución médica a la alopecia, si bien ésta en muchas ocasiones precisa de un enfoque multidisciplinar.

Tengamos en cuenta que algunos tipos de alopecia están relacionados con determinadas enfermedades o cuadros clínicos. En concreto, existen muy distintos tipos de alopecias, como la androgenética o calvicie común, la alopecia femenina, la calvicie autoinmune o aerata o la alopecia fibrosante.

Por lo tanto, un correcto diagnóstico es fundamental para encontrar el tratamiento adecuado para cada paciente. Aun así, hemos de apuntar que no todas las alopecias tienen solución, en cuyo caso puede valorarse la posibilidad de someterse a un trasplante capilar realizado por cirujanos especializados.

La tricología forense

Por último, dejaremos simplemente apuntada la existencia de la tricología forense, muy vinculada al estudio de casos policiales. Se trata de una especialidad orientada al análisis del pelo aprovechando que en éste se encuentran las sustancias a las que nos exponemos a lo largo del tiempo.

Su utilidad, en este sentido, es muy amplia, pero sobre todo se utiliza para identificar la existencia de determinadas sustancias consumidas, incluyendo fármacos o posibles venenos, así como para hacer estudios de ADN. Gracias a estas posibilidades, estamos ante una herramienta muy valiosa en el ámbito de la criminología.

Preguntas y respuestas sobre tricología

Noticias sobre Tricología

Las causas de la calvicie

Tricología

La Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) se encuentra en un proceso constante de investigación con el objetivo de dar conocimiento de muchas áreas de la mejora de la salud. Uno de los campos en los que tiene más trabajo últimamente en el tricología, ya que la caída del cabello supone uno de los problemas más frecuentes en este tipo de consultas. Los expertos dicen que alrededor del 18% de estas consultas están dirigidas al pelo, un porcentaje mayor que el de las enfermedades de la piel e incluso con los aspectos relacionados con la cosmética, ya que suponen un gran impacto psicosocial.

Es por ello que los dermatólogos cada vez hacen un estudio más exhaustivo de los diferentes tipos de alopecia o de trasplante capilar, un área más complicada de lo que parece en un principio. La causa más común de la caída del pelo es la conocida como alopecia androgenética o calvicie común, que se debe a una alteración en los andrógenos y hormonas masculinas, que tiene causas genéticas.

Dependiendo de la predisposición del sujeto, la edad a la que comienza y su respuesta al tratamiento va a variar de uno a otro. Un 40% de los hombres sufre calvicie de los 18 a los 39 años y un 95% en los mayores de 70. Además, también afecta a mujeres, aunque en menor proporción. Cuando es así hay que descartar el exceso de andrógenos, que produce también acné, seborrea, hirsutismo o aumento de pelo en zonas típicas del sexo masculino.

 

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