Las verrugas se caracterizan por un pequeño abultamiento de la piel y son provocadas por el Virus del Papiloma Humano. Si bien no producen dolor y no suponen un problema para la salud, pueden picar o doler, además de tener un efecto sobre la estética.
Dependiendo del lugar donde se encuentren, existen diferentes tipos de verrugas: Las de manos, son verrugas comunes; si aparecen en la frene o cara, sobretodo en niños, son verrugas planas; las genitales, aparecen en dichos órganos, y en el área pública, pero también pueden darse en el canal anal y vagina; si están en la planta de los pies son verrugas plantares; y por debajo de uñas, verrugas subungueales y periungueales.
El diagnóstico de las verrugas por el dermatólogo, normalmente se hace simplemente por la apariencia y examen visual, pero también puede realizarse una pequeña biopsia, para descartar que sea un callo o en el peor de los casos, cáncer de piel.
A pesar de su carácter benigno, se recomienda acudir al especialista si existe la posibilidad de que la verruga esté infectada o sangra; cuando no se corrigen con métodos convencionales y la persona desea que sean extirpadas; si duelen; si se encuentran en el ano o genitales; si se padece diabetes o su sistema inmunológico es débil; si cambian de color o de forma.
El tratamiento de las verrugas se puede realizar con diferentes ácidos, como el salicítico, retinoico o láctico, que se aplicarán de acuerdo con las indicaciones y supervisión del dermatólogo. Si la verruga no se encuentra en la planta del pie o palma de la mano, o alrededor de las uñas, se puede eliminar en un sólo día con diferentes métodos: