Potenciando la empatía

Neus Bastida preguntó sobre
Psicología

La empatía es una palabra que últimamente está de moda, pero….¿Qué es exactamente? ¿Para qué nos puede ser útil?

La idea básica que define este concepto es la capacidad de ponerse en el lugar del otro, de entenderlo, de tratar de comprender qué pasa por su mente, cómo y por qué se siente así, pero no desde nuestra perspectiva sino intentando pensar cómo piensa él, con sus creencias, sus valores…Es fundamental educar a nuestros niños y niñas en la empatía para ir más allá de ellos mismos, ser capaces de ver al otro y de ponerse en los zapatos ajenos. Las actividades para desarrollar la empatía de los niños les van a aportar importantes ventajas tanto para sus relaciones sociales, como para su bienestar y equilibrio emocional

¿Y para qué nos puede ser útil? La empatía es una habilidad fundamental para unas relaciones sociales sanas y satisfactorias, ya que implica ser capaz de comprender lo que el otro está pensando y lo que el otro está sintiendo. La empatía es una habilidad que escasea en nuestros días, en una sociedad donde vivimos muy deprisa y a menudo, no nos damos el tiempo necesario para pararnos a escuchar y comprender.

Beneficios de la empatía para niños y adultos

Ponerse en el lugar del otro, de una forma completa y profunda nos llevará a interpretaciones más reales de las situaciones, a comprender a los demás y a comprendernos a nosotros mismos.

Impulsa el crecimiento personal y el desarrollo de cada uno de nosotros, ya que ver a través de los ojos de otro, permite vernos mejor a nosotros mismos.

La empatía es un valioso recurso para los niños. El desarrollo de la empatía potenciara el desarrollo emocional y de las habilidades sociales de los niños y niñas. A través de la adquisición de estas habilidades, serán capaces de hacer interpretaciones menos sesgadas y más realistas de la realidad y de lo que ocurre a su alrededor, en lugar de focalizar la atención en uno mismo. Contribuirá a su socialización, lo que les hará capaces de generar vínculos más fuertes y seguros.

La empatía es clave para ser queridos por los demás y para una sana autoestima. En terapia, cuando queremos trabajar la empatía, antes tenemos que trabajar la autoestima y fomentar la compasión por uno mismo y por los demás.

empatía

¿Cómo podemos ayudar a los niños en su proceso de desarrollar la empatía?

Os dejamos aquí unas cuantas ideas de actividades que se pueden llevar a cabo con este propósito.

¿Qué les pasa a los demás? Actividad de iniciación para niños a partir de 3 años.

La dinámica consiste en emplear dibujos de caras con las emociones básicas (alegría, tristeza, miedo, enfado, sorpresa, amor y asco). Se trata de pedir a los niños y niñas que identifiquen las diferentes emociones que representa cada una de las caras. Después entre todos responderemos a la pregunta ¿qué les pasa a los demás? Tratando de explicar cómo se sienten, que puede haber pasado para que se sientan así y qué tienen que estar pensando.

Me pongo en tu lugar. Actividad para ponernos en la piel de los demás.

En esta actividad trabajaremos la capacidad de ponernos en la piel de los demás. Prepararemos tarjetas en las que anotamos diferentes personajes (papá, mamá, abuelo, profe, policía, médico, dentista, conductor, tendero, etc.) y también preparamos material para disfrazarnos. Repartimos una tarjeta a cada uno de los niños y niñas y les explicamos que tenemos que transformarnos en aquello que nos ha tocado, tenemos que pensar bien como va vestido, como se mueve, como actúa normalmente.

¿Cómo te sentirías tú, sí..? Actividad para profundizar.

En esta dinámica emplearemos escenas de cuentos, peliculas, series, lecturas, etc. Explicamos la situación y el acontecimiento, les pedimos que cierren los ojos y piensen que son la persona a la que le ha ocurrido la situación y que traten de pensar y de sentir como esa persona. A continuación les pedimos que respondan a la pregunta ¿cómo te sentirías tú, si….?

Exploradores de los demás.

En esta dinámica seremos exploradores para averiguar que él lo que piensa y siente otra persona. Escogemos al azar a uno de los participantes y le contamos una situación ficticia por la que está pasando. Este participante debe expresar como se siente y que es lo que piensa pero sin decírselo a los demás. Los demás mediante preguntas tendrán que averiguar cómo se siente y que piensa.

Esperemos que os sean útiles estos ejercicios.

Equilibri Psicòlegs

27 de noviembre de 2016   Comentar