El tratamiento de las alergias respiratorias (rinitis, rinoconjuntivitis y asma bronquial) se sustenta sobre tres pilares fundamentales:
Medidas de evitación de exposición al alérgeno causante del cuadro
En el caso de los alérgenos inhalados (denominados Neumo- o Aeroalérgenos), debe implementarse una para aminorar su exposición, que serán diferentes según el agente implicado.
Tratamiento farmacológico
En el caso de las rinitis/rinoconjuntivitis con antihistamínicos (que no sean de 1ª generación) y/o glucocortidoides nasales, en función de la severidad del cuadro.
En el caso del asma bronquial disponemos de los SABA, agonistas B adrenégicos de acción corta (como el Salbutamol o la Terbutalina por via inhalatoria) como broncodilatadores de rescate, utilizados para mitigar y controlar las crisis asmáticas. Siendo necesario, cuando las crisis son intensas, una pauta corta de corticoides orales (5-7 días).
Como tratamiento de mantenimiento, para prevenir la aparición de exacerbaciones, contamos con fármacos antinflamatorios inhalados (Glucocorticoides) y por via oral los antileucotrienos, (fundamentalmente el Montelukast) y los LABA (agonistas B adrenérgicos de acción mantenida, como el Formoerol o Salmeterol ,los más utilizados) que son boroncodilatadores de larga duración, que en el caso del asma, cuando se utilizan se hacen siempre en combinación con glucocorticoides inhalados. Se utilizaran unos u otros o combinación de los mismos, en función del tipo y la gravedad del asma.
Mención especial merecen los biológicos (Anti IgE cono Omauzimab,Reslizumab,Benzalizumab…) utilizados con muy buenos resultados en diferentes tipos de asma severo, urticaria crónica espontánea, dermatitis atópica... aunque todavía queda por definir durante cuanto tiempo hay que aplicar estas terapias y la evolución de las patologías alérgicas tras dejar de aplicarlos,aunque los indicios son muy esperanzadores.
Inmunoterapia (Vacunas)
Administración (vía subcutánea o sublingual) de extractos de alérgenos en pacientes afectos de alergias respiratorias (rinitis y/o asma) cuya causa es la inhalación de esos alérgenos.
Es el único tratamiento que puede modificar el curso evolutivo de las enfermedades alérgicas respiratorias, porque dejadas a su libre albedrío tienden a la cronicidad. Pero además tiene otros efectos positivos como la evitación de la aparición de nuevas sensibilizaciones y la disminución de la toma de fármacos y del número de exacerbaciones.
Frente a quienes todavía ponen en duda esta terapia, debe recordarse que está claramente demostrada —con numerosos ensayos clínicos y metaanálisis realizados en los últimos años— que administrada correctamente y en los casos indicados la inmunoterapia es eficaz y segura en las alergias respiratorias (sobre todo en las producidas por pólenes y ácaros) y en las alergias a himenópteros (abejas y avispas).
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