Adelgazar de peso cuando se tiene resistencia a la insulina es posible, y en este artículo vamos a dar algunas claves importantes para conseguirlo. Pero antes definamos qué es la insulina y la resistencia a la misma.
La insulina es una sustancia secretada por el páncreas que regula los niveles de glucosa en la sangre y la distribuye en las células. Es decir, tiene unas funciones muy importantes para mantenernos saludables, pero de igual modo sus desequilibrios resultan problemáticos.
Explicado de forma sencilla, la insulina controla el eliminar el exceso de azúcar o glucosa en la sangre. Hablamos de la glucosa que proviene de los alimentos, y gracias a ella ésta puede introducirse en las células y convertirse en energía. Sin embargo, este proceso puede resultar problemático en las personas que padecen diabetes tipo 2, ocasionándose la resistencia a la insulina, por lo que el organismo deja de reaccionar a la acción de esta hormona. Igualmente, la resistencia a la insulina puede desembocar en diabetes. Básicamente, todo diabético tiene resistencia a la insulina, pero la insulinoresistencia no siempre se convierte en diabetes.
Por lo tanto, cuando se trata de adelgazar con resistencia a la insulina es importante que el endocrino tenga en cuenta ante qué tipo de paciente se encuentra. Un diagnóstico previo ayudará a establecer la dieta más adecuada. Es importante hacerlo, puesto que la relación entre la comida, la insulina, el azúcar en sangre y la grasa es compleja. Y una de las razones por las que muchas personas siguen subiendo de peso a pesar de seguir una dieta de adelgazamiento.
Por un lado, bajar de peso con resistencia a la insulina puede significar un doble beneficio, puesto que la detección precoz de la misma, cuando no se tiene diabetes es un eficaz método para prevenirla. Sobre todo, cuando la resistencia a la insulina está asociada a una serie de circunstancias, como es un paciente obeso o con sobrepeso que lleva una vida sedentaria y no come de forma saludable.
Así pues, en estos casos básicamente se trata de cambiar de estilo de vida, combatiendo el sedentarismo y comiendo de forma más variada y equilibrada. No olvidemos que numerosos problemas de salud se relacionan con la resistencia a la insulina, entre ellos la hipertensión, derrame cerebral, obesidad o, por ejemplo, la enfermedad de las arterias coronarias.
Por otro, cuando el paciente es diabético, también presentará resistencia a la insulina. Cuando esto ocurre, será el diabetólogo quien definirá el tratamiento o, de ser ya un diabético, el que junto con el nutricionista podrá recomendar cómo bajar de peso teniendo resistencia a la insulina.
Los tratamientos pueden incluir medicamentos como la metmorfina y suplementos nutricionales, siempre en función del criterio médico, que personalizará los tratamientos.
En el caso de los diabéticos, cuando son diagnosticados y empiezan con su tratamiento con insulina por lo general deben comenzar una dieta más ligera, ya que de lo contrario podrían aumentarían de peso a consecuencia de que el cuerpo ya puede utilizar los alimentos de forma correcta.
Por lo tanto, recibir consejo médico en todo momento, tanto para diagnosticar si se tiene resistencia a la insulina como para saber si ésta además se acompaña de diabetes es clave para someterse a un tratamiento que ayude a que las dietas de adelgazamiento sean más eficaces. Y, cómo no, lo serán en mayor medida si además practicamos un estilo de vida más saludable, en el que el sedentarismo no tenga cabida.
En todo caso, controlar los niveles de glucosa en sangre de forma periódica, siguiendo las recomendaciones del médico, ayudará a mantener este problema a raya y, por lo tanto, también será más sencillo adelgazar o mantenerse en el peso ideal.