Al ser una enfermedad crónica cuyo padecimiento a menudo pasa desapercibido y poder causar complicaciones graves en caso de no recibirse el tratamiento adecuado, difundir información sobre la diabetes resulta clave de cara a evitarlas. En este sentido, conocer qué tipos de diabetes existen contribuye a ello.
No en vano, la diabetes es responsable de malas condiciones de salud y también de una menor calidad de vida, e incluso de muertes prematuras. ¿Pero, cuántos tipos de diabetes hay? Caracterizada por un exceso de azúcar en la sangre, fundamentalmente, la diabetes puede ser de diferentes tipos: tipo 1 y tipo 2.
Pero antes de abordar más en detalle qué tipos de diabetes existen es importante conocer el papel de la insulina en la captación de glucosa por la célula. Y es que al margen de qué tipo de diabetes se padezca, en la persona diabética la glucosa no está regulada, es decir, no penetra en la célula, por lo que permanece en el torrente sanguíneo.
En este punto, es importante distinguir que a diferencia de los diabéticos tipo 1, en los que la insulina no se genera (el páncreas deja de producir dicha hormona), en los diabéticos de tipo 2 ésta se produce de forma suficiente, pero no puede utilizarse adecuadamente. Veamos a continuación los ambos tipos de diabetes de forma más detallada.
Como hemos apuntado, en la de tipo 1, también denominada diabetes insulinodependiente, la insulina se produce en cantidad insuficiente o deja de producirse. Al tratarse de una hormona que le permite al organismo utilizar la glucosa que proviene de lo ingerido para producir energía, se hace necesario tratarse a diario para sobrevivir.
Representa una minoría de los casos de diabetes, alrededor de un diez por ciento y se trata con inyecciones de insulina. Aunque suele desarrollarse en niños o jóvenes, puede ocurrir a cualquier edad.
La diabetes tipo 2, diabetes mellitus, es no insulino dependiente y suelen padecerla personas de mediana edad con sobrepeso, aunque cada vez hay más jóvenes que también la sufren. Aun así, por lo general, suele ser de inicio tardío y resulta cuando la producción de insulina es insuficiente o se tiene resistencia a la misma, es decir, el organismo no la utiliza adecuadamente.
Si evoluciona, el paciente podría necesitar insulina, pero por lo general este tipo de diabetes, que representa alrededor del 90% de los casos, se trata con dieta y tratamiento farmacológico.
Aunque los tipos 1 y 2 son los más conocidos, también existe una más amplia tipología, en la que podemos encontrar la diabetes gestacional, así como otras formas raras de diabetes. En cuanto a aquella, no presenta síntomas, por lo que se realizan una serie de pruebas, comenzando con la de tolerancia a la glucosa.
Será en función de los resultados que se sigan haciendo otras más. De padecer diabetes durante el embarazo, se buscará el modo de mantener el azúcar en la sangre bajo control, bien sea mediante cambios en el estilo de vida y/o recetando fármacos.
Igualmente, existe una condición médica denominada prediabetes, en cuyo caso se tienen niveles de glucosa en la sangre más altos de lo normal, sin llegar a ser lo suficientemente altos como para diagnosticarse diabetes.
Se considera un precursor de la diabetes tipo 2 y debe ser diagnosticada y tratada cuanto antes para evitar su avance y, en suma, recuperar valores normales. Por último, tengamos en cuenta que pese a ser una enfermedad sin cura, puede tratarse y controlarse de forma satisfactoria.