La epilepsia es un conjunto de enfermedades que están unidas por un síntoma común, la presencia de crisis. Se caracteriza por la presencia de convulsiones recurrentes, en algunos casos acompañadas de pérdida de la consciencia y del control de esfínteres. Estas convulsiones pueden ir desde episodios breves de contracciones musculares o ausencias, hasta convulsiones de mayor duración y graves.
Actualmente existen en el mercado más de treinta fármacos para la epilepsia que consiguen que hasta un 80% de las personas con epilepsia puedan tener controladas sus crisis y puedan llevar una vida normal aunque se debe seguir investigando sobre la eficacia de los mismos. Algunas personas se controlan con un solo fármaco (monoterapia) y algunas deben utilizar la combinación de algunos de ellos (multiterapia) para el control de sus crisis.
Existe también una tipo de dieta denominada cetogénica que en algunos casos está dando buenos resultados sobre todo en niños y que consiste en una dieta elevada en grasas y que se realiza bajo un control médico estricto.
Estimulador del Nervio Vago es otro de los tratamientos, en este caso un dispositivo implantado mediante cirugía para el control de la epilepsia y que consiste en una estimulación basada en una técnica para reducir la intensidad y la frecuencia de las crisis de las personas con algún tipo de epilepsia refractaria o también llamada
farmacorresistente (no responde bien a la medicación).
El sistema del dispositivo consiste en la aplicación de descargas eléctricas intermitentes en el nervio vago situado en el cuello el cual al estar conectado directamente con el cerebro envía dichos estímulos. A través de un electrodo, una pequeña batería de litio colocada bajo la clavícula libera descargas periódicas sobre el nervio vago, de forma similar a un marcapasos. Tanto la intensidad como la frecuencia de las descargas pueden ajustarse según las necesidades del paciente, que puede activar al instante su estimulador llevándose un imán a la piel para detener o aminorar
una crisis.
En algunos casos cuando la epilepsia se desarrolla en una zona muy localizada del cerebro y las crisis no están controladas con fármacos (farmacorresistente), el neurólogo puede plantear la posibilidad al paciente mediante un estudio previo, la cirugía de epilepsia que en algunos casos se realiza extrayendo la zona afectada pero también se realiza con implantes de electrodos intracraneales a diferente profundidad dependiendo de donde esté localizada.