Muchas personas que sufren dolores fuertes en el cuello, también padecen mareos y vértigos, en gran parte de los casos no establecemos una relación entre estos dos problemas, pero casi siempre tienen un origen común.
Se ven afectados los músculos y ligamentos que se encuentran en la zona del cuello, se endurecen y se contraen., produciendo dolor y rigidez.
Con el paso del tiempo la columna vertebral puede sufrir trastornos degenerativos como la artritis, la estenosis espinal, y la enfermedad degenerativa de disco. Estas enfermedades tienen efectos negativos en la movilidad y funcionamiento de las articulaciones.
Mantener una mala postura, tener sobrepeso o sufrir debilidad en los músculos, hacen que el cuello. El estrés también favorece a la contracción y endurecimiento de los músculos del cuello.
Entre los síntomas que manifiestan las personas que sufren cervicalgias encontramos:
Además algunos síntomas requieren especial atención y deben ser asistidos inmediatamente por un médico: Dolor agudo al hacer movimientos con el cuello, traumatismo en la cabeza, fiebre, irritabilidad, fotosensibilidad, mal funcionamiento de los miembros
El collar cervical limita el movimiento del cuello, y ofrece un mayor soporte a la cabeza. Una manera de aliviar el dolor, es recostarse y relajar el cuerpo, de forma que los músculos descansen y así reducir la presión sobre el cuello.
En pacientes con cervicalgias, para aliviar los dolores y molestias el médico puede recetar fármacos antiinflamatorios, relajantes musculares y otros narcóticos de tratamiento a corto plazo.
Acudir a un fisioterapeuta es de gran ayuda, los masajes y ejercicios terapéuticos, así como aplicar calor, alivian el dolor y la rigidez en el cuello, los músculos se relajan y se fortalece la musculatura.
La actividad física es importante para el fortalecimiento de los músculos, evitando que sean débiles y propensos a sufrir problemas cervicales.
Es fundamental fortalecer no sólo los músculos del cuello, sino también los de la espalda y el abdomen.
Aunque comúnmente el dolor en el cuello es causado por malas posturas o malos movimientos, sobre esfuerzo, estrés, o traumatismos, si el dolor es persistente, puede ser síntoma de una infección, una fractura, un tumor u otras enfermedades. Es importante acudir a un profesional para recibir un diagnósticos adecuado.
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