Zacarias Marco

¿Cuándo pedir ayuda?

El principio general es que hay que pedir ayuda cuando hay un malestar y se quiere combatir.

Con frecuencia el malestar es claramente reconocible. Puede ser un miedo o una fobia, una dificultad para relacionarse, una insuficiencia sexual, problemas escolares, problemas con la imagen corporal, etc. Pero también otros de naturaleza difusa, como la depresión, la ansiedad, la angustia, el estrés.

Algunos afectan directamente al cuerpo, otros aparentemente no, pero todos ellos son sentidos como un obstáculo para nuestras relaciones personales, familiares, laborales, etc.

Nuestra orientación

No tenemos un estándar aplicable a varios pacientes. No clasificamos a los pacientes en grupos. Cada paciente es único aunque comparta con otros el mismo tipo de manifestación sintomática. Por eso, la clínica es siempre particularizada según cada caso, única para cada paciente.

El discurso del paciente es, como su historia, particular. Por eso el tratamiento no puede ser de otra manera que particularizado. De ahí que la orientación es modificada para cada uno, variando incluso a lo largo de cada trayecto terapéutico. No creemos que pueda hacerse de otro modo si pretendemos una clínica auténticamente individualizada.

Entendemos que el malestar es la manifestación de un conflicto que el sujeto no puede abordar o solucionar únicamente a través de la consciencia, dado que hunde sus raíces en una problemática inconsciente que le divide. Por eso nuestra práctica apunta a solucionar el conflicto en el nivel en el que se produce, del que el síntoma es sólo la fachada molesta.

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