La cirugía de hombro, se utiliza para resolver problemas de hombro, cuando no hay posibilidad de tratamiento alternativo. Puede realizarse mediante cirugía artroscópica o artroscopia de hombro, que es una cirugía mínimamente invasiva, o mediante cirugía abierta, utilizada en situaciones como la colocación de una prótesis de hombro, que requiere que los tejidos estén expuestos.
Artroscopia de hombro: Se puede realizar con anestesia o con sedación, asociada a un bloqueo interescalénico o con anestesia general, asociada a anestesia local-regional. La intervención se inicia con pequeñas incisiones, denominadas portales, que pueden ser de visión o de trabajo, dependiendo de que sirvan para introducir una diminuta cámara, para poder ver el interior, o para introducir los instrumentos de trabajo y de sutura.
Entre las lesiones tratadas con la cirugía de hombro están las lesiones o tendinitis del bíceps, desgarros o roturas del manguito rotador, inestabilidad de hombro con repetidas luxaciones, rotura del supraespinoso o la capsulitis adhesiva, por la que se pierde la movilidad del hombro y que se acompaña de fuerte dolor.
La duración de la artroscopia de hombro dependerá de la severidad de la lesión, características del paciente y experiencia del cirujano, y puede oscilar entre los 10-15 minutos y la hora y media.
Cirugía abierta de hombro o artroplastia de hombro para colocar una prótesis: Se realiza cuando hay que sustituir las articulaciones dañadas del hombro por una articulación artificial o prótesis. Es una técnica compleja, que dura 2-3 horas. Entre las lesiones que pueden requerir una prótesis de hombro están: Artritis, artrosis, fracturas, necrosis de la cabeza del húmero, entre otras.