El dolor crónico es aquel dolor que no tiene una duración determinada, y que se prolonga con posterioridad a la desaparición de la causa que lo provocó. Su percepción se produce de forma individual y diferente por cada persona y va más allá del aspecto corporal, acompañándose de una experiencia emocional, psíquica, sensorial e incluso social, desagradable y normalmente asociada a un daño existente, que puede ser potencial o real.
El dolor crónico puede tener diferentes orígenes:
Entre las consecuencias derivadas del dolor crónico nos encontramos:
Si bien el dolor crónico no tiene cura, si se puede dar un tratamiento del dolor crónico, de carácter multidisciplinar, donde intervengan anestesistas, psicólogos, neurólogos, especialistas en terapias alternativas, que incorporarán diferentes tipos de tratamientos:
Todas ellas son técnicas que si bien no van a eliminar el dolor crónico, contribuirán a su alivio.
Nuevos descubrimientos para tratar el dolor crónico
Investigadores de la Universidad de Duke, en Carolina del Norte, han descubierto la estructura de una proteína que está relacionada tanto con la percepción del calor como con el dolor. Se trata de un canal situado en la membrana de la superficie de las células, que juega un papel importante en varios procesos de salud, como el mantenimiento de una buena salud cardíaca o la muerte celular.
Estos datos podrían ser muy relevantes a la hora de tratar el dolor crónico, que sufren más de 100 millones de estadounidenses, y que puede tener su origen en la diabetes, un trastorno neurodegenerativo, un cáncer o el tratamiento con quimioterapia, siendo una patología que no está ni suficientemente valorada ni correctamente tratada y que merma la calidad de vida de quien la padece. Estos receptores podrían ser clave de cómo entendemos la percepción del dolor, por eso podría servir en el tratamiento de diferentes situaciones como estas, siendo de gran utilidad para anestesistas y otros especialistas que se enfrentan diariamente con pacientes que lo padecen.
Los investigadores creen que se podrían diseñar medicamentos que actuasen solamente en la proteína de estas membranas que se abren al flujo de iones y que provocan estas respuestas tan diferentes. Es sin duda el primer paso de un hallazgo que podría suponer un gran avance en el tratamiento del dolor crónico o agudo, que imposibilita en muchos casos a quien lo padece.
Documental sobre el dolor crónico
El Instituto Mundipharma, en colaboración con la Sociedad Española del Dolor presentan por tercer año seguido un documental que pretende concienciar a la sociedad sobre el dolor crónico, una afección que padecen unos 7 millones de personas en nuestro país y que afecta mucho a su calidad de vida.
Según los expertos, el 56% de los pacientes que acuden a la consulta de su médico lo hacen por algún tipo de dolor, y recorren las consultas de muchos especialistas buscando su origen y un buen diagnóstico. Así, hasta que llegan a una unidad del dolor puede pasar una media de 200 días.
Con este documental pretenden hacer más visible el padecimiento de los enfermos con dolor crónico, apostar por un tratamiento del dolor adecuado y acciones que puedan mejorar su calidad de vida, que se ve muy mermada con su condición. Según los doctores, entre ellos reumatólogos, anestesistas, neurólogos, el dolor se puede aliviar, por eso no hace falta que el enfermo se resigne a padecerlo. En España existen alrededor de 180 unidades del dolor, pero todavía no se trata de una especialidad reconocida, por lo que aún queda mucho por hacer en este sentido y mucho por investigar para dar a los enfermos una solución de calidad.