La fisioterapia deportiva es una especialidad de la fisioterapia que se encarga de tratar los problemas, lesiones y patologías derivadas de la práctica deportiva, utilizando medios físicos que no conllevan efectos secundarios, como son el frío, calor, los masajes, etc.
El fisioterapeuta deportivo es un conocedor de la patomecánica, fisiología y anatomía de sus pacientes, lo que le permite determinar cuál es la terapia más eficaz a utilizar. En su práctica terapéutica combina un conjunto de terapias manuales, como la kinesioterapia, la osteopatía, basada en la manipulación de los sistemas del organismo, la masoterapia, o utilización de masajes con fines terapéuticos, con vendajes funcionales, hidroterapia, utilizando agua, termoterapia, utilizando calor, o electroterapia, entre otras técnicas.
La fisioterapia deportiva se encarga del tratamiento de lesiones como las contusiones, contractura muscular, sobrecargas, tendinopatía, esguinces, recuperación tras una operación por una lesión traumática, etc. pero también de prevenir para que las mismas no se produzcan, buscando una mayor elasticidad de los músculos, la relajación o que el organismo esté mejor adaptado al esfuerzo.