Se conoce como miopía al defecto refractivo que hace que veamos mal de lejos, los objetos que estan alejados.
El ojo miope tiene un tamaño mayor de lo normal, haciendo que las imagenes que percibimos no lleguen correctamente a la retina y se vean desenfocadas.
La miopía aumenta progresivamente durante los primeros años de la adolescencia, haciendose mas estable conforme se frena el crecimiento de nuestro cuerpo.
El principal tratamiento de la miopía son las gafas y lentillas, y una vez que se estabiliza es posible realizar un tratamiento quirúrgico como puede ser la cirugía refractiva láser o la implantación de lentes intraoculares fáquicas en las grandes miopías.
Por Clínica Rementería (web)
La miopía es una anomalía de la visión que se traduce en una vista borrosa de lejos, pero una clara visión de cerca. Se trata de un defecto visual muy común que actualmente afecta a casi el 25 de la población española, y su tendencia es al alza.
Según los expertos, se trata más de una enfermedad que de una condición y ésta puede aumentar hasta el 50 por ciento en las próximas dos décadas. Actualmente, el 47,6 por ciento de los jóvenes de entre 21 y 30 años padecen miopía.
En términos médicos, se conoce como miopía al defecto refractivo que provoca una mala visión de los objetos que están alejados. En cuanto a su anatomía, el ojo miope tiene un tamaño mayor de lo normal, impidiendo que las imágenes lleguen correctamente a la retina.
De este modo, la visión de lejos es borrosa, sin posibilidad de auto compensar este trastorno, pero la visión de cerca no se ve afectada, pudiendo leer o escribir sin problemas, puesto que ve con claridad.
Cuando la miopía es alta se denomina miopía degenerativa o miopía magna. Frente a la miopía simple, que suele aparecer en la infancia y estabilizarse en la veintena, se trata de una miopía patológica que se diagnostica cuando la graduación sobrepasa las 6 dioptrías.
En estos casos, se tarda más en conseguir la estabilización y pueden surgir distintas complicaciones como las cataratas, glaucoma o desprendimiento de retina. La miopía patológica es un serio problema de salud que dificulta enormemente la visión y en ocasiones es causa de ceguera.
La miopía aparece generalmente durante la infancia y la adolescencia, estabilizándose en la edad adulta, para luego poder empeorar a partir de los 50 años. De acuerdo con un estudio internacional del Consortium for Refractive Error and Myopia (CREAM), en el que se analizan 32 estudios anteriores, se observa una predisposición genética para los niños que tienen padres miopes.
Al margen del componente hereditario, existen factores ambientales que provocan lo que se denomina "miopía ficticia" o falsa miopía, provocado por un exceso de acomodación. En este particular, será un diagnóstico el que permita identificarla y ayudar a corregirla.
Entre los signos que revelan la existencia de miopía podemos citar entrecerrar los ojos intentando ver mejor o acercarse demasiado para ver de cerca a la hora de realizar actividades cotidianas, como leer o ver la televisión.
Asimismo, puesto que las personas miopes tienen dificultades para enfocar bien los objetos lejanos, los esfuerzos realizados provocan incomodidad visual y, a nivel sintomatológico, derivan fácilmente en dolores de cabeza, irritación del ojo o estrabismo.
El principal tratamiento de la miopía son las gafas y lentillas (lentes multifocales, bifocales/progresivas) y la atropina, soluciones correctivas que pueden complementarse con un tratamiento quirúrgico en la edad adulta.
Es importante tener en cuenta que la operación de miopía solo se aconseja cuando el organismo ha dejado de desarrollarse, por lo que la miopía en niños precisa de soluciones correctivas que no impliquen pasar por el quirófano.
Entre otras opciones quirúrgicas encontramos la cirugía refractiva láser o, en casos más graves, la implantación de lentes intraoculares fáquicas. En este aspecto, el astigmatismo, la miopía y astigmatismo pueden corregirse gracias a la cirugía refractiva, pues en los tres casos son defectos de refracción.
Como solución innovadora que ralentiza su progresión la ortoqueratología, también llamada Orto-K, constituye el método no farmacológico más eficaz. Son lentes de contacto especiales de uso nocturno que permiten ver bien durante todo el día, recomiendan desde la Academia Europea e Ortoqueratología y Control de la Miopía.
Por último, la prevención es clave en la miopía. Las revisiones regulares del oftalmólogo permite una detección temprana que luego será un gran aliado para controlarla.
Por otra parte, un estilo de vida saludable ayuda a mantenerla a raya. Entre otros consejos y buenas prácticas, se recomienda cuidar la postura y distancia a la hora de leer, ver la televisión o usar ordenadores y dispositivos móviles, así como una buena iluminación.
El estrés y las tensiones de la vida en etapas clave también pueden provocar la aparición de la miopía o su agravamiento, como problemas propios de la adolescencia o, por ejemplo, la entrada en el mundo adulto.
Por otro lado, cada 20 minutos es imprescindible realizar un descanso de 20 segundos mirando a objetos lejanos, de unos 5 ó 6 metros. El objetivo es ayudar al ojo a descansar, relajándolo y evitando problemas de fatiga visual, al tiempo que prevenimos el esceso de acomodación que acaba ocasionando una falsa miopía.
Con el agravante de que la falsa miopía acabará convirtiéndose en miopía real si no se toman medidas correctoras al respecto. Por último, es fundamental cuidar la vista de los rayos solares y no someter a los ojos a esfuerzos excesivos.
Un colirio para evitar el avance de la miopía
Un colirio medicado podría reducir el empeoramiento de la miopía en niños, según un ensayo clínico llevado a cabo durante 5 años. En la investigación se utilizaron bajas dosis de atropina en gotas que evitaron de forma clara la progresión de esta enfermedad en niños. Los resultados fueron más concluyentes que en dosis más altas.
La miopía es la principal causa de discapacidad visual en el mundo, y el número de personas que la padecen aumenta cada año. De hecho, en América se estima que el 42% de la población es miope, y en los países asiáticos esta tasa puede llegar hasta el 90%. Normalmente, la enfermedad se puede corregir con gafas o lentillas, pero en un número bajo de casos puede cursar con desprendimiento de retina, cataratas o glaucoma.
El estudio se llevó a cabo con 400 niños de entre 6 y 12 años y durante 5 años, y determinó que aquellos que se habían sometido a dosis bajas de este colirio redujeron el avance de la enfermedad. Seguir investigando en este campo podría suponer un gran avance en la detención de la progresión de esta patología que cada vez afecta a más personas y que puede afectar a la calidad de vida.
La actividad al aire libre podría prevenir la aparición de la miopía
Algunos estudios realizados sobre el tema han demostrado que el tiempo de juego que los niños pasan al aire libre tras salir del colegio se puede considerar una actividad física entre moderada y fuerte, y que por lo tanto puede ser muy beneficiosa para diferentes objetivos. Uno de ellos, según se ha averiguado recientemente, es la de la mejoría de la vista en los más pequeños.
El estudio se llevó a cabo con sujetos de una localidad de China durante tres años, periodo en el que se redujo la influencia de la miopía en los pequeños que jugaban tras la escuela. En algunas partes de Asia, esta patología se considera una epidemia, ya que entre el 80 y el 90 por ciento de los graduados la padecen.
Ahora, se sabe que el tiempo que los niños pasan al aire libre podría interferir en la prevención de este tipo de enfermedad, sin duda un dato muy positivo en el avance de la lucha contra esta patología, que todavía no tiene un tratamiento definitivo. En Europa, la influencia de la miopía también se nota cada vez más, por lo que este estudio podría sentar las bases de una investigación más profunda sobre el tema.