En el ámbito pedagógico cada vez se intenta profesionalizar más el campo de especialistas que tienen relación con los alumnos en los centros educativos. Además de por mejorar la calidad de la atención en los mismos por la necesidad de cubrir las nuevas necesidades que van surgiendo a través de los diferentes perfiles de los alumnos. Los equipos constituidos como departamentos de orientación educativa y psicopedagógica son los encargados de la orientación escolar en las etapas de educación infantil y primaria. Son los responsables de determinar las necesidades específicas de apoyo de aquellos alumnos derivados por sus profesores para ser evaluados ante la posibilidad de necesitar una ayuda.
La orientación escolar requiere tres funciones concretas:
La orientación escolar debe de guiarse siempre por el proceso de enseñanza-aprendizaje siendo el pilar que intenta que ese proceso no se tuerza para el alumno. Hoy en día la diversidad individual es muy amplia surgiendo perfiles tan diversos como alumnos con altas capacidades, alumnos con necesidades especiales, alumnos diagnosticados con déficit de atención (TDA), con o sin hiperactividad y otros.
Para ello el orientador debe tener en cuenta variables como el ritmos de aprendizaje, la motivación del alumno, el papel de la familia en la escuela, su historial educativo y cuanta más información reúna por parte de los profesores actuales mucho mejor para establecer la programación.